jueves, 8 de noviembre de 2018

HISTORIA DE INOXCROM, S.A.


Manuel Vaqué Ferrandis, fundador de Inoxcrom, nació en Sant Andreu, Barcelona, el 29 de marzo de 1914 y falleció en Barcelona el 10 de junio de 2003 a los 89 años de edad.


(Foto obtenida de un catálogo de Inoxcrom)

En 1940 Manuel Vaqué se asoció con un tío suyo, Pedro Boira Mateu (hermano de Juan Boira Mateu, fabricante de plumillas desde 1918) que fabricaba desde 1935 plumillas en Pallejà, un pueblo cercano a Barcelona, para producir plumillas de acero inoxidable. Eran tiempos difíciles con penurias de todo tipo, Vaqué y su esposa iban en tren hasta el pueblo cercano (5 Km) de Molins y debían cruzar el río a pié, ya que aún no se había reconstruido el puente destruido durante la guerra.

Vaqué incitaba a Boira con iniciativas comerciales para ampliar, y a los dos años éste, harto, le cedió o vendió la prensa de troquelar. Pedro Boira continuó en Pallejà fabricando plumines de oro, y Manuel Vaqué trasladó a Barcelona – donde vivía – la fabricación de plumillas y plumines de acero inoxidable a un pequeño taller de la calle Londres, 102 bis, empleando para ello a una mujer y pese a las muchas dificultades para importar el acero especial 2R2 Sandwick-Aktiebolag de Suecia, materia prima básica para su fábrica.

En 1946 María Boix García, esposa de Manuel Vaqué, figura como titular del  taller de material de escritorio “IDE” (Industrial del Escritorio) en la misma dirección. Fabricaban plumillas y plumines de acero inoxidable, clips, y otros pequeños útiles metálicos para oficinas. Era un taller de unos 190 m2 equipado con 7 prensas de mano, 5 prensas eléctricas, 2 taladros, un  torno, una sierra, una limadora y 5 pulidoras. Para suplir la falta de energía eléctrica (restricciones de la posguerra) disponía de un grupo electrógeno, y trabajaban en él 6 obreros.

En julio de 1946 María Boix registró la marca “INOXCROM” para plumillas y lapiceros, aunque operaban (1950) bajo el nombre comercial de “INDUSTRIAL MAVA” (IM).

La fabricación de plumillas y de plumines de acero inoxidable fue un éxito gracias a su superioridad sobre las de acero normal. Especialmente los plumines para estilográficas tuvieron una gran aceptación por su magnífica relación calidad/precio.


En noviembre de 1952, y en un local contiguo al taller de su esposa, en la calle Londres 102, Manuel Vaqué instaló un taller de inyección de plásticos con los medios para la confección de los moldes y matrices necesarios.


En septiembre de 1953 se amplió y modernizó la maquinaria del taller. La mejora del suministro eléctrico permitió prescindir de grupo electrógeno y que todas las máquinas dispusieran de su propio motor eléctrico, suprimiendo así el anterior sistema de transmisión por eje elevado.

Como resultado de estas ampliaciones y reformas la empresa lanza al mercado una pluma estilográfica. El 3 de diciembre de 1953 un anuncio en el periódico “La Vanguardia” de Barcelona avisa la próxima aparición de una pluma estilográfica fabricada “por una conocida empresa barcelonesa”. La empresa es Industrial MAVA y la pluma es “la INOXCROM”, ratificada por un anuncio del mismo periódico del día 5 de diciembre.

Este primer modelo fue identificado – después - por el número “41”. Se trataba de una pluma inspirada en el modelo “21” de Parker, que por aquel entonces hacía furor en el mundo entero. Se puso en el mercado al popular precio de 100 pesetas. Su éxito fue total e inmediato.



El negocio marchaba tan bien que Manuel Vaqué, ante el volumen que este iba adquiriendo y, sobre todo, de las buenas expectativas de futuro, compró, en 1956, el taller de objetos de escritorio de Londres, 102 bis a su esposa, y junto con su taller de inyección de plásticos de Londres, 102, adyacente al anterior, y otros talleres paralelos en locales de las calles Riera Blanca y Mallorca, amplió con unos nuevos locales en la Carretera de Ribas, 535 de Barcelona. 

Este traslado parcial fue acompañado de un notable aumento de la capacidad productiva y es significativo que, por primera vez, Manuel Vaqué asume la titularidad oficial de toda la empresa.

En octubre de 1957 apareció en el mercado el modelo “55” que se popularizó rápidamente. El precio siguió siendo el del inicio, a pesar de la elevada tasa de inflación que padecía la economía española, y se mantuvo inalterable hasta octubre de 1965 que subió a 110 pesetas. De buen seguro que una de las principales causas del éxito de la pluma “INOXCROM” radicó en esa contención de precio junto con su buen funcionamiento.




La expansión del mercado llevó aparejada la aparición de nuevos modelos. A finales de 1959 salió el modelo “60” y, en marzo de 1960 el modelo “66”.

En octubre de 1961, María Boix solicitó la extensión de la marca “INOXCROM” para bolígrafos y  plumas estilográficas.

En 1961 aparece el primer bolígrafo “INOXCROM”, el modelo “B55”.


La tinta para los bolígrafos la produjo la misma fábrica bajo licencia de la empresa norteamericana Clooney Writers Ink. 
Entre 1962 y 1970 produjo, además, tinta para estilográficas de diversos colores bajo la misma licencia.


El aumento de la demanda conllevó un aumento de la producción. En abril de 1958 y en febrero de 1961 se produjeron dos grandes ampliaciones: la fábrica disponía ya de más de mil metros cuadrados de superficie útil y el personal empleado, entre técnicos y obreros, era de 53 personas.
Además había casi un centenar de “autónomos familiares” que se encargaban del montaje de las piezas. Se les llevaban las partes y se les recogían (además de llevarles la contabilidad), tras lo cual se comprobaban en fábrica. Un buen trasiego de camiones…
Con estas ampliaciones, entre ellas una sección para fabricar plumines de oro, la fábrica producía todas las partes que integran una pluma estilográfica (incluso el depósito de goma de la tinta), más los moldes y piezas para máquinas específicas.

La expansión de la empresa requería no tan solo el aumento de la capacidad de producción sino también el de la capacidad de comercialización. Desde el inicio de su fabricación el distribuidor oficial de “INOXCROM” fue Antonio Peretó Escardó, un agente comercial de Barcelona dedicado especialmente a material de escritorio y oficina; él mismo era marquista y distribuía plumas estilográficas con sus propias marcas (EXCELSA, KAISER, STHENO). Pero, al parecer, su red comercial no tenía la capacidad suficiente para satisfacer la creciente demanda de los productos “INOXCROM”.

Para resolver este problema a finales de 1960 Manuel Vaqué llegó a un acuerdo con Ricardo Gurina Pérez, propietario de la empresa comercial SOFFER HISPANIA RG, creada en 1955 y dedicada a la comercialización de objetos de escritorio por toda España (Ricardo Gurina era a su vez marquista-montador de las plumas KAPITAN, CAPITAN y SOFFER), para que esta empresa asumiera la representación exclusiva de los productos “INOXCROM” para  España, cosa que se hizo efectiva  a partir del uno de enero de 1961. 
Antonio Peretó mantuvo la representación exclusiva para los recambios.

El acuerdo entre Vaqué y Gurina incluyó – según testimonio del propio Gurina en un artículo publicado en la revista La Papelería, nº 55, 1993 – a Federico Jarque Serarols, uno de los propietarios de “Industrias Jarque y Cía.” empresa matriz de TALLERES AURUM de Barcelona, importante fabricante de todo tipo de componentes para estilográficas, tanto metálicos como de plástico, y que en esta época era un proveedor principal de los marquistas.

El acuerdo fue privado y a tres bandas, sin que se conozca cómo se formalizó. Al parecer INDUSTRIAL MAVA y TALLERES AURUM se encargaron de la producción de los bolígrafos y las plumas tanto “INOXCROM” como “SOFFER”, mientras la comercialización corría a cargo de SOFFER HISPANIA RG.

La expansión de la empresa exigía más inversiones y, en junio de 1964, Manuel Vaqué junto con otros dos socios crea INOXCROM, SA (INDUSTRIAL MAVA desapareció). El nombre INOXCROM como marca, primero de plumillas y después de estilográficas y bolígrafos, era tan popular como acreditado y seguramente este fue el motivo para escoger este nombre para la nueva empresa, sin abandonarlo como marca de sus productos.

Unos meses antes, en mayo del mismo 1964, Ricardo Gurina había constituido otra sociedad: SOFFER HISPANIA, S.A. (SOFFER HISPANIA, RG desapareció), con sede en el Paseo de Gracia, 92, que pasó a ser el domicilio social de la nueva sociedad.
Una vez transformadas en sociedades anónimas las dos empresas, el anterior pacto privado se materializó en forma de participaciones cruzadas de capital.

En la segunda mitad de los años sesenta Manuel Vaqué, Ricardo Gurina y Federico Jarque aparecen con frecuencia ostentando cargos de responsabilidad tanto en INOXCROM, SA, como en SOFFER HISPANIA, SA.
Al margen de estas operaciones quedaron Talleres Aurum e Industrias Jarque y Cía. (de las que se desvincularía Federico Jarque).

Este equipo directivo de tres personas bien avenidas y con responsabilidades relativamente diferenciadas – Vaqué como empresario, Jarque como técnico y Gurina como comercial – funcionará a las mil maravillas e imprimirá un mayor dinamismo a la excelente marcha que llevaba la empresa desde su fundación. Ellos convertirán, en pocos años, a INOXCROM, SA, en la mayor – con diferencia – empresa española en la fabricación de estilográficas y bolígrafos y, en treinta años, la situarán entre las “Top 10” del mundo.

En febrero de 1968 tuvo lugar, gracias a un aumento del capital, una considerable ampliación  de la capacidad productiva de la empresa mediante la sustitución de maquinaria antigua por otra mucho más moderna.
La producción se estimaba en unas 75.000 estilográficas con plumín de acero, unas 25.000 con plumín de oro y unos 500.000 bolígrafos.

La exportación comienza a ser importante respecto al volumen de la producción. Curiosamente, empezó por Tailandia.

En junio de 1971 parte de la industria se traslada a la calle Sagrera, 53 de Barcelona ocupando dos plantas de un antiguo edificio industrial (una vieja harinera cerrada en 1964) disponiendo de una superficie útil mayor de 2.000 m2 (más una nueva nave de fabricación en Montcada). Se amplió el capital, y la capacidad de producción aumentó a 84.000 plumas estilográficas y más de un millón de bolígrafos, cuya tinta se producía en una fábrica específica en Celrá (Gerona).

El crecimiento de la industria era ya imparable. En noviembre de 1982 una importante ampliación de capital situó este en 150.000.000 de pesetas. Las fábricas ocupaban ya 6.000 m2. con 174 empleados. Su producción se elevó a 8.000.000 de bolígrafos, 2.500.000 rotuladores, 500.000 lápices automáticos  y 150.000 plumas estilográficas, además de cargas y recambios.

Hasta mediados los años ochenta los modelos INOXCROM eran todos derivados del primer modelo “41”, todos ellos mantenían el diseño y los mismos materiales: capuchón de acero inoxidable y cuerpo de resina sintética. Poco a poco se fueron introduciendo detalles en oro, de mayor lujo (“66 ORO”, “77 ORO” y “88 ORO”).

Sobre 1985 se produjo un notable cambio tanto en los materiales como en el diseño. El diseño se moderniza abandonando las líneas inspiradas en los modelos Parker “21” y “51” y sigue la moda de las “plumas-tubo” (“77-finas”) que, desde la Aurora HASTIL, eran “lo más”, sobre todo las de laca sobre base metálica.



En 1989 y por el empeño tozudo de D. Manuel Cuadrado (que desde 1980 tenía poderes administrativos), aparecen las plumas “todo-plásticas” (UNO, 272), que para Vaqué eran una aberración, pero que admitían con facilidad una serigrafía con fines promocionales (por lo que fue apoyado por el genio comercial que fue Gurina), y que cambiaron drásticamente el esquema de beneficios, hasta el punto de que Vaqué más tarde comentaría a Gurina: “¡Qué suerte que Cuadrado nos llevara la contraria!”


Con lo anterior, y sin abandonar la ya establecida y reconocida marca “Inoxcrom” con sus “77-finas”, se crearon dos submarcas con la intención de englobar ambos extremos: la SAKYO, que englobaría las líneas plásticas y de estudiante, y la ANDREAS que sería la línea de prestigio.

La idea no resultó por oposición de los distribuidores, que habían invertido en promocionar la marca “Inoxcrom” y se negaban a echar todo por la borda y empezar de nuevo. En breve ambas submarcas pasaron a ser modelos de Inoxcrom.

Las tres líneas de producto (cabecera de un catálogo), y M. Cuadrado junto a R. Gurina en una feria, presentando las “Sakyo”.
(…más tarde sabrían que el nombre en Japonés significa: “el pueblo de al lado”)

Pero lo de crear “Líneas de Producto” gustó, ya que permitía abrir la oferta de modelos.

Así desde el 2000 y en lo sucesivo, hubo una separación bastante clara entre las series más populares englobadas en la FANTASY COLLECTION (272, UNO, etc.), la CITY COLLECTION con las series intermedias (Zeppelin, Pure, etc) y las series más lujosas en la EXCELLENCE COLLECTION (PARIS, WALL STREET, SIROCCO, etc.).
(Hubo una OFFICE COLLECTION para bolígrafos de consumo y otro material de oficina, sin estilográficas).
Asimismo iniciaron tímidamente las “Series Limitadas” (Sirocco Lisboa, Jewels), y las “Licencias” (con plumas de la Fantasy Collection destinadas al consumidor).
Parte de la fábricación se trasladó, en septiembre de 1992, a un amplio edificio situado en una zona industrial de la calle Torrent Estadella, 46/54 de Barcelona, lo que permitió una importante ampliación de las instalaciones, que continuó creciendo mediante la construcción de naves contiguas que fueron unificando la dispersa fabricación.
(Foto de Google Maps)

En el año 2000 empleaba 450 trabajadores con una producción total valorada en 55 millones de euros, el 12 % de esta producción correspondía a las estilográficas, un 11% a los rotuladores, un 14 % a los lapiceros mecánicos, un 67% a los bolígrafos y el resto a los recambios; de los 150 millones de bolígrafos fabricados se exportaban un 70%. INOXCROM, SA era una empresa integral, salvo las bolas de las puntas de los bolígrafos, todos los componentes de sus productos salían de sus talleres. 
El capital continuaba mayoritariamente en manos de la familia Vaqué y de un grupo de socios minoritarios entre los que destacaban Ricardo Gurina y Federico Jarque, pero desde hacía unos años en la gestión jugaban un importante papel profesionales ajenos a la propiedad.

En los años siguientes la expansión de la empresa fue constante gracias a la exportación, sobre todo de bolígrafos. En el año 2001 se exportaba a 70 países con delegaciones en Alemania, Francia, Italia, Gran Bretaña y  Estados Unidos.

En junio de 2003, a los 89 años de edad, falleció Manuel Vaqué Ferrandis y en pocos años le siguieron Ricardo Gurina Pérez (2004) y Federico Jarque Serarols (2010). El control mayoritario del capital de la empresa quedó en manos de los herederos de Manuel Vaqué, un hijo y tres hijas, pero no así su gestión, que como ya se ha dicho, estaba en manos “ajenas”.
En el año 2005 la empresa registró, por primera vez, fuertes pérdidas.

El resto triste y lamentable de la historia sigue y puede leerse en LA DESCOMPOSICIÓN DE INOXCROM, pero llegando el fin de lo que consideramos "la empresa Inoxcrom, S.A." en 2009.





Miguel Huineman

La presente redacción parte de la original de D. Rafel Pujol Marigot, que se publicó en la web inicial plumahispana.info, y ha sido corregida y ampliada gracias a las colaboraciones de D. Manel Vaqué Boix, hijo del fundador, y D. Manuel Cuadrado, directivo de Inoxcrom desde 1980 hasta que fue finalmente relegado de sus funciones.

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