domingo, 16 de enero de 2022

The FONT-PELAYO Pen (+The MONDIAL Pen) - Revisada


El primer marquista-montador de España.

Antes y después hubo “marquistas”, que compraban a terceros las plumas completas, y se limitaban a grabarlas con su marca antes de venderlas. En cambio un “montador” compraba las piezas sueltas y las ensamblaba antes de marcarlas.
Vicente Martín Cerezo emigró a Barcelona desde su pueblo natal Fuentepelayo (Segovia) a principios del siglo XX. Sobre 1920 parece que tuvo un pequeño taller de reparación de estilográficas, prosperando a mayorista de objetos de escritorio y montaje de plumas que realizaba él mismo en la calle Vergara 10, 2º. En febrero de 1926 registró un logotipo consistente en sus iniciales y una parte de una pluma, de ebonita grabada, con plumín “GOLD 14K”.

Simultáneamente registró la marca OLIMPIADA para plumas (de la que solo conocemos un ejemplar de escritorio).
Pero es curioso que la marca que mas vendió y por la que es conocido, THE FONT-PELAYO PEN, nunca fue registrada.
 
La producción de plumas Font-Pelayo fue inmensa a lo largo de unos diez años. Una característica en ellas es haber usado siempre, y fiel a su anagrama, plumines en oro de 14K.
Una de las primeras es una “Safety” en ebonita jaspeada. Aparte del casquillo dorado, el capuchón tiene un tapón blanco.

También de la época es una de palanca tipo-Waterman (con marco metálico) en ebonita negra grabada. El plumín Signature en acero es de sustitución.
De este período con cargador de palanca y ebonita conocemos muchas plumas de diferentes tamaños, pero ya sin marco alrededor de la palanca.


 
Para mejor comparación, tomando la primera y última
(A la pregunta obvia al ver la anterior comparativa, diremos que si: la pluma pequeña cabe integra en la grande)

La pluma grande es enorme (114,2 mm de longitud, 13,8 de diámetro de cuerpo).

Pese a ello, su dueño tiene los restos de otra aún mayor (13,9 mm de diámetro de cuerpo, 15,8 mm de diámetro de capuchón). Se muestra una posible reconstrucción – promediada con los otros modelos similares de Font-Pelayo – junto a una Montblanc Meistersück 149, famosa por su tamaño.

Fotos de dos de las otras, destapadas

 
Una pluma extraña, al parecer de “marquista puro”, es una de claro origen CONKLIN con cargador “Crescent”


Fotos cedidas por “Lazard” y ya publicadas en FPN
 
Tras esta época de ebonita, Font-Pelayo adopta el celuloide y entra en un periodo de plumas muy llamativas, jaspeadas o marmoladas, sin apenas plumas “serias” negras.
Una curiosa por estar desfasada, es una Safety en color lapislázuli. Recordamos que estas plumas tenían gran aceptación y demanda en países de climas cálidos.
 



Una de celuloide “Cracked Ice” (hielo cuarteado) con un clip “Nikelado” – por entonces llamados “sujetadores” - del catálogo de la marca.

Otra de celuloide y carga por palanca con el clip integrado.
 
Una pequeña marmolada

Otra “cracked-ice”. Sin clip, el plumín Inoxcrom y el tapón del capuchón son de sustitución.

El anillo del capuchón anterior recuerda a las Waterman’s Patrician.
En un catálogo a color de la marca, que parece ser de mediados de los años 30’s, figuran cinco plumas provistas de él (la nomenclatura oficial fue siempre numérica) específicamente las 27,138, 801, 802 y 963.
 
Una muy escasa Font-Pelayo de carga por émbolo (parecida a la Nº 947 del catálogo):

Debido al gran revuelo que representó el diseño Sheaffer’s “Balance”, Vicente Martín patentó en 1930 un modelo similar, que en España se llamó “Torpedo”, y fueron numerosas las marcas que los produjeron tras la Guerra Civil, una vez desaparecida Font-Pelayo.

Los grabados de las plumas fueron generalmente en dos estilos:
- En ebonita, y sobre todo en las plumas finas, solía grabarse uno simple simulando caligrafía.

- En celuloide (y algunas ebonitas), figura uno en letra de bloque más explícito y con el anagrama de la marca.

Vicente Martín también registró en 1928 una nueva marca para estilográficas: THE MONDIAL PEN. Hoy son escasas, y se muestra aquí una tardía de palanca en el celuloide “cracked-ice” que tanto empleaba. El plumín es un “Excelsa” de sustitución.

Como colofón, mencionar que en la empresa “Vicente Martín” se formaron cuatro personas que posteriormente tuvieron gran transcendencia en la historia de la estilográfica española de la postguerra: los hermanos José y Pascual Vila Sivill, creadores de las “Regia”(1941) y otras seis marcas, Felipe Beya Puig, creador (1944) de las “Beytol”, “Fénix” y otras tres, y Luis Portabella Camps, fundador (1946) de la tienda “Central de la Estilográfica” en Barcelona, que aún existe.

 

Miguel Huineman
 

Se agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía, así como a D. Rafel Pujol por compartir los datos históricos sobre las marcas, y a “Lazard” por las fotos cedidas.
También puede verse la página correspondiente de “Estilografica Vintage” donde figuran otros modelos, registros y patentes, y una copia del catálogo mencionado en el texto, por lo que no se incluyen en esta monografía.


OLIMPIADA

Cuando se publicó la entrada sobre FONT PELAYO se dijo entonces que de la primera marca (registrada en 1928) de Vicente Martín Cerezo no conocíamos ningún ejemplar.

Hoy cambiamos eso, aunque sea poco: ha aparecido una pluma de escritorio y, aparte, una cajita-estuche.

La pluma es bicolor, naranja de cuerpo, y negra de boquilla y contera.

La carga es por botón pulsador, desenroscando la larga contera.

Curiosamente, el cuerpo tiene rosca como si hubiese sido de las polivalentes "bolsillo-escritorio", con un capuchón y contera corta intercambiables con una contera larga y una base de escritorio, que aunque ofrecían más versatilidad, luego en el día a día se usaban siempre de una, u otra, forma.

Nuestro ejemplar debió usarse exclusivamente de escritorio, pues no se tienen ni un capuchón ni una contera corta.

El cuerpo está perfectamente grabado OLIMPIADA, seguido del logotipo consistente en las iniciales VM entrelazadas dentro de un círculo atravesado por una pluma estilográfica, que fue registrado a la vez que la marca.

La nitidez hace suponer que la pluma fue poco usada.

El plumín WARRANTED parece ser de sustitución, pues es diferente en su grabado de los usuales "Font Pelayo" (importados) y, sin embargo, muy similar a los genéricos de Damía Onsés.

Obviamente, la sustitución debió ser posterior a 1933 en que éstos se iniciaron, pero tampoco mucho, vista la calidad del grabado.

Decíamos que también había aparecido un estuche, lo que es aún más raro, pues no se suelen "guardar cartones".

Lo primero que llama la atención es la insistencia en "garantizar" todo, aunque el "Envasado en España" lleva a creer en las otras afirmaciones.

También el dibujo del atleta y su atuendo "fecha" los orígenes.

Hay que considerar que por "Pluma oro" se refiere al plumín, aunque dudemos del "Iridium", que sería mayoritariamente de Osmio con trazas de Iridio (Osmiridio).

Hablando de fraseología, la nota interior del estuche también sorprende:

Entendamos: los estuches iban a granel y aparte de las plumas, y Vicente Martín debía advertir legalmente a los vendedores (su "estimada clientela"), y a los compradores, que al despachar una de sus plumas, no sólo adjuntaran la cajita – obvio – sino también el Timbre (sello) de haber pagado los impuestos correspondientes.

De otra forma, y con la disculpa de "ya le quitamos nosotros este incordio inútil", los vendedores podían usar el timbre en otra pluma de estraperlo.

No sirvió de nada. La picaresca se mantuvo durante la autarquía con el Sello de Aduanas.

 

 

 

 

Miguel Huineman

 

Se agradece a ambos miembros del grupo el haber prestado tanto la pluma como el estuche para su fotografía.