Muy poco es lo que sabemos sobre esta marca española de estilográficas.
Sabemos que se registró en 1948 por D. Modesto Hernández Lozano, en plena posguerra europea con gran escasez de materiales y empezando a comercializarse en España los primeros bolígrafos por Regia: las Regia Continua.
De su acrónimo creó la marca: HERnández LOzano Modesto.
Era un señor gallego afincado en Barcelona, que trabajaba como portero de un edificio de
la ciudad en la zona del Ensanche. Para
complementar sus ingresos, dada la época de la que hablamos, pues los porteros no disfrutaban de ingresos
abundantes – ya se les daba vivienda - y que obviamente tendría buenos
conocimientos en labores de tornería, si es que no lo había sido antes, y
además de conocer el sector de la estilográfica, decidió fabricarlas.
Seguramente quiso aprovechar la gran demanda de plumas en la época, y que no
todos podían adquirir primeras marcas debido a sus precios.
Disponía de un torno en un apartado del edificio, que
habría adquirido con gran esfuerzo económico, con el cual daba forma a los
celuloides que previamente compraría a otros fabricantes-importadores de la
época, probablemente a Vila Sivill - Curiá
o Manufacturas Beytol, y a otras partes metálicas de la pluma.
Respecto a los celuloides hemos de pensar que adquiriría
pequeñas cantidades de sobrantes a esos empresarios, ya que no dispondría de
capital ni capacidad para importarlos por su empleo, sumado a las restricciones
de la época para las importaciones, y que no fabricaría más hasta haber vendido
las que había hecho.
Era fabricante, en muy pequeña cantidad, pero lo era, ya que
sólo compraba los plumines, los alimentadores y las partes metálicas, como otros fabricantes más importantes. A
los capuchones, cuerpos y boquillas les daba forma él con su torno.
La venta de sus productos, suponemos que se hacía de varias maneras:
-
Por el “boca a boca”, en su domicilio o
través de conocidos.
-
Haciendo él mismo de representante por
comercios de la ciudad o alrededores, cuando podía.
Creemos que su
producción no sería muy abundante si nos apoyamos en las poquísimas que se han
visto hoy en día, pero podemos asegurar
sin temor a equivocarnos que fue posiblemente el más singular de todos los
fabricantes. Un auténtico emprendedor.
En mi poder solamente obran dos de sus plumas, y me consta la existencia de otra vendida por
la red. Seguramente habrá alguna más en colecciones privadas.
La primera de ellas es de celuloide negro, y carga por
palanca con plumín Herlom en oro de 14k, fabricado por D. Damián Onsés, y lleva grabada la marca en el cuerpo, que casi no se aprecia por el desgaste. El
clip es una copia genérica del Waterman´s, muy frecuente entre las españolas de
esa época. Mide cerrada 11 cm.
La segunda también de celuloide, pero en aguas morado-negras, es asimismo de carga por palanca.
La marca grabada en el cuerpo es algo más apreciable que
en la primera.
El plumín también es en oro de 14k del Sr. Onsés,
y el clip es de aleación totalmente original, con la marca en la parte
superior del mismo, en el interior de un recuadro hexagonal alargado, sobre el que hay una estrella de 4 puntas,
todo ello en relieve. Bajo la M hay cuatro puntitos verticales, de los que
ignoro el significado.
Mide cerrada 13 cm.
Solamente añadir que eran plumas de buena calidad, muy bien acabadas, sin nada
que envidiar a otras marcas más representativas de esos años. Ignoramos hasta cuando duró su producción.
Eduardo Alcalde
Se agradece la colaboración de quienes han aportado sus
conocimientos.
Bibliografía: Revista Stylografía nº 21 de 1998.
¡Qué historia! ¿Y solo se sabe de tres que existan actualmente, o me he enterado yo mal? ¡Menuda rareza!
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