domingo, 5 de noviembre de 2017

SOFFER 22, 23 Y 31 POST-PACTO (revisado de la web)

Cuando Soffer entró en el pacto con Inoxcrom y Talleres Aurum en 1960-1, se produjeron en esta última empresa, y bajo el nombre de la primera, tres modelos de plumas con perfecto escalonamiento y de gran éxito por su excelente calidad-precio, hasta que en 1965 desapareció definitivamente “Soffer” como marca de plumas.


Soffer 22


La Soffer 22 era una pluma de iniciación, denominada “Colegial”, al increíble precio de 15 Ptas. (recordemos que una Inoxcrom 55 costaba entonces 100 Ptas.).

No duró mucho este precio de lanzamiento, pero tan solo subió a 18 Ptas, que seguía siendo el mas bajo conocido hasta entonces.


La campaña de lanzamiento incluyó Ferias, anuncios de escaparate y la entonces usual publicidad estática por diapositivas durante los descansos en los cines (como la que se muestra).

La pluma era esbelta, en plástico inyectado en colores negro, azul, rojo, verde y blanco, con cuerpo roscado sobre un manguito transparente, que portaba la boquilla con el mismo color del cuerpo, y se prolongaba formando un cargador del tipo “Chupete” (un saquito de goma terminal), simple y efectivo por el tubo de llenado, que permitía un cargado casi completo.


El capuchón, en acero con cierre de flejes, llevaba un clip de flecha tipo-Parker, sujeto por una “joya” de plástico gris opalescente.

El  capuchón a veces tenía  rayas periféricas, con la marca del labio poniendo SOFFER, y en otros casos el capuchón era liso marcado
SOFFER 22 SOFFER MADE IN SPAIN


El plumín era de acero inoxidable con punto doblado, a veces dorado.



Soffer 23

Básicamente era la misma pluma que la “22” pero con el plumín con punto de metal duro, publicitado como “iridio”, pero probablemente de algo más barato. El plumín a veces estaba dorado.

Para distinguirla exteriormente  llevaba el clip dorado.


El  capuchón, similarmente al modelo 22, a veces tenía  rayas periféricas, con la marca del labio poniendo SOFFER, y en otros casos el capuchón era liso marcado SOFFER 23 SOFFER MADE IN SPAIN.


El precio fue de 30 Ptas, que la hizo agotarse en ocasiones por superar la demanda a la capacidad de producción.

Probablemente por motivos propagandísticos más que de necesidad, las cajas de cartón que servían de envase iban escritas en inglés. Nótese que Soffer se arroga la fabricación.


También tuvo un modelo blanco de Primera Comunión, con el capuchón y clip plateados y un bolígrafo Soffer a juego. El estuche de presentación en cartón era muy vistoso y elaborado, pero de poca consistencia.


Respecto al bolígrafo, éste fue siempre el mismo para todos los juegos de la serie – salvo el rayado del capuchón - y así solo fue marcado SOFFER en su labio.



Soffer 31


La última y sin lugar a dudas mejor del trío de plumas fue la “31”, que manteniendo el estilo de sus homónimas incorporaba detalles de calidad. Su precio fue de 60,-Ptas, lo que la hizo agotarse también en ocasiones.

El cuerpo recibió una “joya” terminal de plástico en el mismo color del cuerpo, sujeta por un anillo de acero. La “joya” del capuchón se mantuvo en plástico gris opalescente. 


El capuchón se publicitaba como cromado, pero dada la cantidad de picaduras que muestran hoy, es posible que fuera simplemente niquelado.

Recibió un cargador aerométrico de pinza (similar al de la Inoxcrom 55) en acero inoxidable, sin marcado. El plástico del manguito era aquí de un blanco translúcido.


El cuerpo tenía un pequeño agujero lateral de ventilación.

Su estuche era también mejor, en plástico con tapa transparente articulada. En el cartón interno se lee, disimulado, el fabricante real.


El plumín, en acero inoxidable, tenía punto de “iridio” con marcado oculto INOXCROM 31.

Se produjo en colores negro, azul, granate, verde, beige, gris y blanco. Los colores “estándar” de catálogo eran los cuatro primeros.


Las plumas gris y beige son inusuales, pues no aparecen en las referencias ni catálogos, ni tienen paralelo en los otros dos modelos. 


En una hoja de catálogo a detallistas de 1962 aparecen las Soffer 31 con capuchón dorado o cromado, al mismo precio. Dada la escasez de plumas encontradas hoy con capuchón dorado, es posible que luego se limitaran a las blancas de 1ª Comunión.

Es interesante comparar este color beige con el de arriba.
La pluma blanca era, análogamente a las presentadas antes, típica para regalo de Primera Comunión, con un estuche de cartón algo diferente en su tapa superior interna. El bolígrafo a juego tan solo se diferencia de los anteriores en su cuerpo metálico dorado.



Plumas “31” extrañas

La Soffer 31 se basó en la Parker 61 (introducida en 1956), copiando incluso su clip, aunque simplificándola mucho.


Y creemos, sin datos fidelignos, que el modelo pudo empezar antes que el resto de la serie, junto a las otras Soffer Pre-Pacto (aunque después de publicar el “catálogo” y sin aparecer en ninguna otra publicidad disponible), siendo fabricadas por Talleres Aurum (ver Soffer 19).

Tenemos así una que llamamos “Pre-31”, de capuchón 3 mm más largo y grabado simplemente SOFFER en el labio con letras alargadas, con una “joya” toda metálica en la contera del cuerpo, que también va termo-grabado al usual “estilo Gurina”, y un clip dorado de 7 “plumas” en lugar de las 9 finales.

Arriba: “Pre-31” / Abajo: “31” estándar
Otra es una Soffer 31 granate, con el anillo de la joya de la contera y la arandela en dorado, y marcada en el cuerpo:

PAT. “SOFFER” REG.
FABRICADO EN BARCELONA R.GUR.

al estilo de las Soffer anteriores al pacto de fusión.

El manguito es del color granate, y la arandela es gruesa y carece de pestaña.


Por último, existe otra pluma sin la joya de la contera, terminando ésta en una pieza plástica inserta.


De lo que puede deducirse que tras los anteriores ajustes, las “22” y “23” fueron derivados simplificados de la “31”.





Miguel Huineman


Se agradece a quienes han prestado sus colecciones o enviado sus  fotografías, y a nuestro compañero Eduardo Alcalde las disgresiones sobre el origen de estas plumas.

Bibliografía:
“Reviviendo páginas históricas en torno a la pluma estilográfica de fabricación española”. La Papelería, Año XVII, Nº 55, 2º Trimestre 1993.
Ricardo Gurina Pérez.

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