sábado, 10 de enero de 2015

Inoxcrom ANDREAS


Tras la tibia recepción por parte del público de la pluma Andreas lacada de dos años antes, Inoxcrom lanza en 1992 una pluma mucho más en su línea tradicional con el mismo nombre.
No la titula “Andreas II”, sino que sencillamente olvida aquella y acepta finalmente darle su nombre a ésta.
 

(Arriba, Andreas lacada de 1990, abajo la Inoxcrom Andreas de 1992)
 
La pluma es totalmente distinta, realizada en plástico inyectado con unas líneas muy clásicas. Como consecuencia, es mucho más ligera.
 
 
 
El capuchón, de cierre por click, lleva un tapón negro que sujeta un clip dorado que proviene del modelo Caravel, y termina en su falda en dos anillos dorados, uno biselado terminal (igual al de la Caravel II, siendo muchas piezas intercambiables) y otro separado y resaltado que está grabado:
INOXCROM (Rombo) ANDREAS (Rombo) SPAIN (Rombo)
 
 
El cuerpo, ligeramente ahusado, termina en una contera larga separada de aquél mediante un anillo dorado.
La sección tiene una boquilla en forma de ligero diábolo, y lleva en su extremo un casquillo terminal dorado con la ranura para el cierre. En su otro extremo lleva un anillo dorado de dos diámetros que hace de tope al cuerpo que rosca sobre un manguito donde se introducen los cartuchos estándar que son el sistema de carga de la pluma. Admite dos cartuchos cortos, el de reserva invertido, un cartucho largo, o un convertidor.
 


 
El plumín de acero dorado monta sobre el alimentador “medio” desarrollado para la Andreas lacada, y puede ser el mismo de aquélla, o el compatible de la pluma Caravel II que acababa de salir.
 


 
La pluma tuvo inicialmente dos versiones, la burdeos lisa, denominada “Classic”, y otra negra “Guilloché”, llamada así por tener su plástico inciso de ranuras verticales paralelas en helicoide al estilo de decoración de las antiguas plumas negras de ebonita.
Más tarde saldría la versión “Classic” negra, hoy muy escasa.
 
La Inoxcrom Andreas tuvo su bolígrafo a juego en todas las versiones.
 

 

La pluma Andreas Guilloché, la más cara de las tres, salió al mercado con un precio de 6.500,- Ptas. No era el precio de 8000,-Ptas. de la lacada, pero para ser una “plástica”, no puede decirse que fuera tampoco barata. Sin embargo, tuvo mejor aceptación y permanencia que aquella.
 
Miguel Huineman
 

 
 
 
 

1 comentario:

  1. Sobre agosto del año pasado tuve la suerte de encontrarme con una Andreas en granate y plumín dorado con la carabela en una de las papelerías que más frecuento. Al mover un par de cajas de un par de plumas y bolígrafos que me llamaron la atención vi que había bajo ellas un estuche de plástico negro de Inoxcrom en negro con el logo en relieve en la esquina del globo terráqueo y la marca en dorado. Con una etiqueta con precio escrito a mano de algo menos de 25 euros. Pedí que me la enseñaran, que ni la dependienta sabía decirme que había ahí y al abrirla, sorpresa... con la pegatina/sello incluída dentro que indicaba que los chapados eran en oro de 23,6 kilates.

    No tendré la misma potra de encontrarme así una Caravel o al menos una Corintian xD, pero nunca se sabe. Ese día fui por una ARC Collection carbono que tenía vista, y por curiosear un rato, pues sonó la flauta.

    Escribe y fluye estupenda. Según papel y tinta, entre trazo medio y grueso se mueve. La tuve mucho tiempo recargándola con Diamine Sepia pero añadiéndole una o dos gotas de Parker Quink negra, resultando un color de tinta como marrón tabaco que le pegaba bastante.

    Lo que no me gusta tanto es que es ligerísima... cosa ya de gustos. Yo prefiero más sentir que lo que uso para escribir reposa en la mano más claramente por su propio peso, a que parezca que flota o que a la mínima puede salir volando.

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