martes, 2 de noviembre de 2021

BAQUELITA

 


La tendencia general es a minusvalorar, si no directamente menospreciar las estilográficas en este material. 

Será porque “solo” es barato, inalterable por la luz y por el calor, impermeable, resistente a golpes, fácilmente mecanizable, aislante…y de apariencia “retro”. 

Preferimos los preciosos, inestables, inflamables y casi-explosivos celuloides, las teñibles y agrietables maderas exóticas, las coloristas y solubles galalitas, las “nobles” resinas que no aguantan una caída del capuchón, los arañables aceros inoxidables (esmaltados, o ni eso), y los polivalentes plásticos acrílicos que palidecen con la luz y son deformables con el calor.

Porque son más modernos, más caros, más vistosos, y tienen, a veces, un guapo plumín de oro (incluso definido como “sólido”; ¡afortunadamente! ¿se lo imaginan “líquido”?). 

Pues vale. Pero no por ello despreciemos con un: “¡Bah, es de baquelita!”

No todas nuestras piezas son para escribir o presumir. Tenemos una colección, y las piezas con una historia merecen estar en ella. 

Va pues un poco de historia: la Baquelita fue inventada por el belga-estadounidense Dr. Leo H. Bakeland en 1907, justo cuando más se necesitaba: en un momento en que la tecnología daba un enorme salto adelante en transportes, energía, comunicaciones y calidad de vida.

Y por ello recibió el premio Nobel de química. Era la primera sustancia plástica totalmente sintética, termoestable (incombustible e indeformable), aislante de la electricidad, e insoluble en agua y otros disolventes.

Fue promocionado como “el material de los mil usos” (puede que esto sea un eufemismo, pero si lo dejamos en “cientos” estaremos en lo cierto). 

Veamos unos pocos usos, antiguos y actuales:

Fotos obtenidas de Google Images 

En el campo de la escritura, tuvo bastantes usos:

Tintero de sobremesa, mojasellos, tintero de viaje, tintero de pupitre, tapón de frasco de tinta. 

Y además, se usó en plumas estilográficas. 

En la España de la guerra civil y la posguerra no había casi de nada, y se necesitaba cantidad de todo. Escribir era algo fundamental, pero tenía que ser recio y asequible.

La baquelita sirvió perfectamente. Con poco o menos, se fabricaban cuerpos y capuchones, y con ella o con ebonita – que también había – se hacían las boquillas, tapones y conteras. Un chusco plumín de acero con punta doblada remataba el instrumento aceptablemente, y se vendía por menos de 20,- Ptas.

Duraba sin arañazos ni desgastes, no se rompía, no se teñía, y no se quemaba por un cigarrillo (que por entonces fumaban todos en todas partes).

¿Lo malo? – Eran aburridas.

Negras o marrón-rojizas, muchas jaspeadas, con apariencia uniforme.

Pero fue porque casi nadie las intentó de colores o formas diferentes, ya que habrían sido algo más caras. Todos fueron a fabricar plumas “básicas”.

El público ya conocía los (caros) celuloides desde los años ‘20s. El que podía la compraba de contrabando o, si salía al extranjero, se traía una o varias.

Si se tenía que conformar, era obligado por la necesidad, y de ahí su fama.

Tan pronto como la economía levantó, desaparecieron.

Pero tienen un mérito que no se menciona: en un periodo de unos dieciocho años (1936-1954), en el que un ciudadano de pocos medios escribía con lápiz, o a lo sumo con plumillas que precisaban de un tintero en la mesa, las plumas de baquelita le permitieron escribir con movilidad ilimitada.

No fue poco.

 

Veamos algunos ejemplos, tomados de anteriores entradas del blog (están enlazados), y ordenados alfabéticamente: 

 

ATLÁNTIDA (VICURVI, Hnos. Vila Sivill) 

Plumas de guerra o inmediata posguerra, ¡ellos, que justo antes habían importado plumas de preciosos celuloides japoneses!


BACHILLER


CADETE 

La única marca que hizo baquelitas en tonos llamativos, y con su propio plumín. Lástima que la calidad dejara bastante que desear (roscas redondas del molde, punto en chapa doblada,…).

Pero con un precio de 10,- Ptas. (explícito en la vitola transparente sobre el sello de Aduanas), no se podía pedir más.


CL EVEREST 

Tercera marca de Industrial Cervantes, S.A., que puede confundirse con la que sigue a continuación.


EVEREST 

Esta “Everest” es la 2ª marca de “Jabalina”, fabricadas en Albacete.


GRIPER


IBERIA


JABALINA


ODINA 

Tuvo varios modelos de baquelita.

El primero, llamado “Gigante Especial”, llevaba plumín de oro 14K, y el altísimo precio de 100,- Ptas. El siguiente es del mismo modelo, sin bandas en el cuerpo, y con un plumín "Durex" (imaginamos que bastante más barato).


PAKER DUFFO


RAMSÉS 

Un importante montador de plumas de baquelita, tanto para su propia marca, como para otros marquistas, cosa que mantuvo luego al convertirse en Industrial Gispert (con su marca "Scrikss").



Si nos fijamos en los clips de la 2ª y 4ª pluma, veremos que coinciden con otros de Atlántida, Bachiller, Cadete, Iberia, etc.

Asimismo pasa con muchos cuerpos, capuchones y sus tapones.

Dado que este taller fabricaba fornituras, pero carecía de medios para fabricar baquelita (que pudo tenerlos VICURVI, es decir, “Atlántida”), nos daremos cuenta del estupendo contubernio que debieron tener todos entre sí.

ROYAL


SIN MARCA 

Los mayores usuarios de la baquelita fueron los montadores y revendedores privados, con las piezas de pequeños fabricantes, la mayoría clandestinos.


Y una con plumín de oro 14K.


  

Un dato sobre la baquelita:

Con el tiempo acaba teniendo un aspecto mate. Puede pulirse bien, por ejemplo con Symichrome o Sidol.

Si tiene rayaduras, que es raro, previamente se puede lijar al agua con una lija del nº 1000 (muy fina) y sin apretar, procurando presionar con una tablilla, o mejor si tiene una esponja fina de soporte y, si es posible, desmontándola antes para evitar tocar las fornituras.

 

 

 

 

Miguel Huineman

sábado, 16 de enero de 2021

Bolígrafos españoles sin una marca de plumas, o sin marca (Revisado)

 Terminamos esta serie de entradas sobre bolígrafos españoles con una algarabía de marcas que, sin experiencia previa en estilográficas, se lanzaron al prometedor mercado surgente, y añadimos aquellos que fabricaron sin siquiera registrar una marca.

 

ARTES

Marquista. El modelo “de Luxe” (?) mostrado es igual a otro de marca “Horse” (China). Copia enésima del BIC, de los años ‘80s. 



BOLÍN

Con esta marca es diferente: aparece en 1960 registrada por la empresa madrileña IPECSA (Industrias Plásticas Españolas Cottet, S.A.), con una excelente calidad/precio y catálogos a todo color.

(La empresa también producía carpetas con la misma marca, y tenía además la marcas CAREY e IPEC, la primera dedicada a peines e inyectados similares).

A continuación, tres modelos: el primero básico, el segundo añade clip y pulsador metálicos, y el tercero es del entonces popular tipo “boquilla corta”.


Otro modelo fue el doble, con tintas azul y roja.


Los cuatro modelos anteriores figuran en la portada de un catálogo de la marca, con su logotipo del león y su lema, así como otros cuatro modelos (perdón por la calidad), aunque hubo más.



ENRI

Marca de papelería general, actuando de marquista con un modelo inglés ESSELTE, que también se suministró aquí a PRYCA durante los años ‘70s.




EUCA

Manufacturas EUCA, Alcobendas, Madrid (portaminas, bolígrafos y cajas de cerillas). Marca que tuvo su mínima publicidad intentando que sus productos se usaran promocionalmente.


Del modelo plástico superior se conocen varias combinaciones de color. El intermedio fue llamado “automático”, aunque la retracción fuera pulsando sobre el pestillo del clip, y fabricado en aluminio labrado y anodizado en colores. El “SISÍ” inferior plástico en colores era “de señora” y reversible.

 

FAGIDO WOLF

Marca conocida entre los coleccionistas por sus anuncios, aunque ninguno hemos visto jamás un solo ejemplar. Si los hubo (pues nadie gasta en publicidad sin un producto vendible), debieron acabar todos en la basura, probablemente secos prematuramente.


De los anuncios mostrados, parece que hubo cuatro modelos:

Popular, de un solo color, 25 Ptas.
Escolar, metal dorado, dos colores (rojo y azul), 30 Ptas.
Lujo, chapado, 50 Ptas.
Lujo, metal dorado, colores rojo y azul, 55 Ptas.

Los 10.000 metros de escritura eran una declaración muy osada, y que hoy nos hace sonreír.

 

Industrias PARRADO

Empresa española fundada en Madrid a mediados de los años ‘50s  dedicada a la inyección de plásticos con diseño propio, destacando por hacer multitud de objetos y útiles para la vida corriente (conocidos fueron los famosos y populares tapetes de plástico imitando a los de ganchillo, o sus populares peines de marca EL GALLO).

Conocemos su modelo “funcional” (además de escribir, ignoro qué significa) de los años ‘60s, y que se define como “automático”, cuando en la jerga propia no lo es, ya que para retraer hay que apretar el extremo del clip para soltar la pestaña.

Pero era barato. Se conocen ejemplares en colores azul, verde claro, rojo, gris claro y negro.



JOHANN SINDEL

El conocido fabricante HISPANIA, S.L. (El Ferrol, Coruña, 1933-86) que, entre otros muchos productos, nos dio los lápices escolares “Clase Extra-Cedro Nº2”, parece que hizo una breve incursión en los bolígrafos.


Tenemos de ellos el anuncio mostrado (con un modelo “tipo BIC” y otro de pulsador), publicado en el diario ABC, y conocemos los dos modelos de pulsador mostrados.


Respecto al nombre de marca, el tal Johann Sindel fue un alemán bávaro que vino a encargarse de la línea de lápices de la empresa, y la asentó firmemente, ella aceptando su nombre en los productos, y él integrándose hasta el punto de decir que “era hispaniol”.

(Puede leerse una excelente monografía de la marca, y aleccionadora para los que dicen que nuestras entradas son “largas”, en el blog “Pencilvania”).


JOVI

Empresa fundada en 1939 por dos amigos del barrio barcelonés de Guinardó: José Salvador (técnico) y Vicente Tejedo (comercial), que empezaron fabricando un lápiz en un altillo. El nombre de la empresa está formado por las dos primeras letras de sus nombres.

En 1955 sacaron sus primeros bolígrafos:

En 1960 pasaron a ser internacionales en 5 países, y hoy están presentes en más de 80, con multitud de productos de educación infantil.

 

KEVIN CLARK

Marca  de bolígrafos y estilográficas registrada en 1995 por la empresa FACTIS, S.A. – Girona (ver MILAN, más adelante).



LUXINDEX

La famosa agenda venía provista de un mini bolígrafo, probablemente fabricado por un tercero.



MILÁN

Marca actual de una gran empresa de papelería (FACTIS, S.A., Gerona) que, según ella misma, diseña pero no produce sus bolígrafos, siendo así marquista a efectos españoles.

Tal vez su modelo más conocido sea el “P1”, del que podemos ver a continuación un ejemplar actual “touch”, uno de la variante “Copper”, otro de la variante “Silver”, finalizando con uno de la variante “Touch Stylus” (con puntero para pantallas táctiles), todos disponibles en múltiples colores y acabados. También está el modelo “P1 corto” (de bolso) en acabado “Touch” y colores pastel.

Pero todo sin olvidar que el MILAN P1 original llevaba grabado “FILA” (ver flecha amarilla), que es italiana (contubernios globalizados…).


Como hemos visto, suelen hacer variantes de un modelo germinal, y así tiene otros muchos modelos, de los que destacamos sólo el COMPACT (y variante COMPACT “Sunset”), y el CAPSULE “Silver”.


Tiene una extensa página web, a la que nos remitimos (sin enlazarla para no hacer propaganda), donde pueden verse sus modelos y la usual frase: “diseño original creado por el departamento I+D de MILAN”

 

RIBAS

Marca mínima de la que solo conocemos el siguiente ejemplar de recuerdo turístico con visor de unas imágenes que van rotando mediante el giro del cuerpo del bolígrafo.



RUBIPUNT

Llamado “bolígrafo” y por ello mostrado aquí, pese a ser un “Roller” primigenio, igual que lo era el BARLEI antes mostrado, de carga con tinta estilográfica.


Nota: es curioso notar cómo pese a estar protegido el nombre “Bolígrafo” por la patente de DALVI, se usaba en público el nombre por el que siempre se ha conocido. A continuación en “Sorli” veremos otro ejemplo.

SORLI

Manufacturas SORLI (nombre comercial registrado en 1940), calle Juncà, 59 - Barcelona. Propietario Pedro Sorli Subirats.

Fabricaba objetos escolares y de escritorio, y también variados productos como juegos de sobremesa.

A partir de 1941 registró numerosos modelos de utilidad sobre
afilalápices y portaminas de calidad, y a partir de 1950 también de bolígrafos.

Tenemos varios modelos:

Capuchón y cuerpo plástico facetado, con arandela metálica:


Capuchón metálico y cuerpo plástico transparente, ambos cuadrangulares:


Capuchón metálico niquelado (rayado a bandas) y cuerpo plástico circular negro:


Nota: un lector nos llamó la atención (cuando en la edición original apenas mostrábamos dos modelos) sobre un modelo que poseía, y que aparecía anunciado en el ABC de Sevilla del 26 de Febrero de 1959. Parece ser éste, dibujado con el capuchón montado en la contera:


De pulsador, con capuchón metálico niquelado y cuerpo plástico circular (nótese que todas las boquillas metálicas llevan el mismo moleteado):


Otro del tipo bicolor (para contabilidad), que lleva grabado su modelo: “56”


Y un juego escolar de 4 colores a pulsador, llamado “66”:



ZEUS

Sin referencias adicionales sobre el fabricante, tuvo un boli de capuchón (¡pero que no fue copia directa del BIC!) con la marca grabada en él, en varios colores:

Y otro, derivado del anterior, de pulsador:




SIN MARCA

En la orgía productiva de los primeros años del bolígrafo, cualquiera con una ligera ambición comercial (que no empresarial) parece que puso su aportación mínima.

Uno tipo-pluma de baquelita (1950-56).


Las Waterman Taperite Citation (’43 ->) eran objeto de deseo, y había muchas copias espúreas. Algún fabricante de éstas pasó de pluma a boli con un simple cambio de boquilla, y ni se molestó en rediseñar la ahora inútil contera roscada para el botón de carga.


Otro grupo curioso fue el de “bolis-sin-capuchón”, lo básico reducido a la mínima expresión, destinados a la propaganda más barata y a su uso por vendedores y tenderos sobre un mostrador, sustituyendo al antes permanente lápiz.


Dentro ya de los bolígrafos de pulsador, tenemos los obvios copia del Parker Jotter (en la muestra un posible Rilex, por el clip):


Otro cuadrangular “no automático”, en el sentido de que la retracción debía hacerse pulsando sobre el pestillo del costado.


Y luego los genéricos. El primero tiene un mecanismo pulsador
 “de bolita” (en vez del tradicional “escape”), donde una bola recorre un surco interno en forma de corazón, parándose en cada vértice del mismo.


Terminamos así la revisión de bolígrafos españoles.

Han aparecido bastantes, ¿no?

 

 

 

Miguel Huineman

 

Agradecemos a nuestro amigo D. José Mª Palomo su ingente colaboración en esta entrada, tanto por los ejemplares de su amontonamiento (que él llama “colección”), como por la fotografía de los mismos, y por su aportación escrita sobre algunas marcas. Esta entrada es en un 50%, suya, aunque la firme yo.

También agradecemos a D. Jesús Santos y D. Rafel Pujol, grandes coleccionistas de plumas españolas y miembros fundadores de “Plumahispana”, por sus  aportaciones.