Terminamos esta serie de entradas sobre bolígrafos españoles con una algarabía de marcas que, sin experiencia previa en estilográficas, se lanzaron al prometedor mercado surgente, y añadimos aquellos que fabricaron sin siquiera registrar una marca.
ARTES
Con
esta marca es diferente: aparece en 1960 registrada por la empresa madrileña
IPECSA (Industrias Plásticas Españolas Cottet, S.A.), con una excelente
calidad/precio y catálogos a todo color.
(La empresa también producía carpetas con la misma marca,
y tenía además la marcas CAREY e IPEC, la primera dedicada a peines e
inyectados similares).
ENRI
FAGIDO WOLF
Los 10.000 metros de escritura eran una declaración muy
osada, y que hoy nos hace sonreír.
Industrias PARRADO
Empresa española fundada en Madrid a mediados de los años
‘50s dedicada a la inyección de
plásticos con diseño propio, destacando por hacer multitud de objetos y útiles
para la vida corriente (conocidos fueron los famosos y populares tapetes de
plástico imitando a los de ganchillo, o sus populares peines de marca EL GALLO).
Conocemos
su modelo “funcional” (además de escribir, ignoro qué significa) de los años
‘60s, y que se define como “automático”, cuando en la jerga propia no lo es, ya
que para retraer hay que apretar el extremo del clip para soltar la pestaña.
JOHANN SINDEL
Respecto
al nombre de marca, el tal Johann Sindel fue un alemán bávaro que vino a
encargarse de la línea de lápices de la empresa, y la asentó firmemente, ella
aceptando su nombre en los productos, y él integrándose hasta el punto de decir
que “era hispaniol”.
(Puede leerse una excelente monografía de la marca, y
aleccionadora para los que dicen que nuestras entradas son “largas”, en el blog
“Pencilvania”).
LUXINDEX
MILÁN
Marca actual de una gran empresa de papelería (FACTIS,
S.A., Gerona) que, según ella misma, diseña pero no produce sus bolígrafos,
siendo así marquista a efectos españoles.
RIBAS
SORLI
En su día, un fabricante (Badalona, ‘60s-‘70s) de
portaminas de calidad, pero su incursión en el mundo de los bolígrafos no pasó
de mediocre.
ZEUS
SIN MARCA
En la orgía productiva de los primeros años del
bolígrafo, cualquiera con una ligera ambición comercial (que no empresarial)
parece que puso su aportación mínima.
Miguel Huineman