¿Qué hace esta pluma aquí? ¿No es alemana?, se preguntarán
algunos.
Pues sí que lo es, pero con una presencia elevada en España.
Es “una española de adopción”. Como tantas otras importadas por marquistas, y que ahora nos traen de cabeza a
los coleccionistas de plumas españolas.
Al parecer, porque no hay mucho donde buscar y menos
encontrar, la empresa REFORM original, sita en Nieder-Ramstad, cerró en 1956.
La Marca Registrada se vendió a MUTSCHLER (Heidelberg) que la usó como marca
propia, además de su ingente producción de plumines genéricos y los específicos
para otras marcas.
Por otro lado, las capacidades de producción las compró un
tal Ernst Rodenhäusser, del vecino Ober-Ramstad en el Odenwald (Bosque de Odín).
Creó la firma ERO proveniente de sus siglas “E-Ro”, y se puso a fabricar sus
propias plumas.
Como casi todas las plumas alemanas de la época, son
indestructibles, muy ligeras y prácticas, de plástico inyectado, carga por
émbolo y capuchón a rosca, con plumín de acero dorado desmontable a rosca junto
con su alimentador. La influencia del diseño es claramente de la Pelikan 120,
aunque desde su inicio se apostó por plumas coloristas en contra de la
tradición alemana de sobrias plumas negras.
Pluma ERO
“Demostrator” alemana, con su pistón diferencial (roscas de muy distinto paso
en émbolo y contera), plumín-alimentador desmontable a rosca, y clip tipo “Pico-Pelikan”.
Es de mencionar que “el color jaspeado” no es por serigrafía
o moldeado en el plástico, sino por una lámina termocontraíble cuyos bordes son
muy apreciables, y que con el roce por uso acaba desgastándose.
Y he aquí que afincado en Barcelona estaba el alemán Walter
Mittrach Gottlober, importador y representante de varias marcas alemanas y
danesas de objetos de escritorio, que como marquista para sus propias marcas de
plumas ya tenía las ATLANTIC y ADMIRAL.
En 1959 registró ERO y empezó a importarlas y venderlas como
representante exclusivo. Por tanto, es “marca española” aunque las plumas sean
alemanas.
Las plumas “españolas” son básicamente iguales a las del
modelo alemán presentado arriba (porque había otros modelos ERO alemanes, y además holandeses
en la misma consideración anterior), con leves diferencias que puede que fueran
las mismas de las “de serie para exportación”, puesto que se encuentran modelos
idénticos a éste en muchas otras partes del mundo.
Comparativa
entre una pluma “española” (arriba) y una alemana (abajo)
Las diferencias más aparentes son:
- El clip, que es de paleta ancha con dos nervios
longitudinales y marcado ERO en vertical.
- El labio del capuchón es fino y recto, mientras que en las
alemanas es ancho, redondeado y marcado ERO – GERMANY (posiblemente las producidas
tras la reunificación alemana)
- El plumín de acero dorado tan solo está marcado con ERO 1,
mientras que los alemanes además tienen seis rayas en “V” con arabescos en “S”
entre rayas. No se indica el grosor del trazo, que es un “M con tolerancias”.
A continuación se muestra una comparativa de plumas. De la
primera en color sólido (plástico coloreado sin “forro”) se conocen otros
colores, con las negras tanto en brillo como mate. Las jaspeadas tienen todas
el mismo estilo, aunque cambie el color.
La cuarta pluma es inusual por el “Made in Germany” grabado
en el cuerpo. Es posible que sea una alemana de serie para exportación, aunque
incluso éstas no suelen llevar semejante grabado.
Pero aún se conocen dos variantes “españolas” atípicas más,
cada una con un clip particular. La granate tiene además un labio del capuchón más
ancho.
Como herramientas de escritura, se hacen querer. Los
plumines son rígidos, rápidos, y no suelen rascar. Cargan una cantidad
considerable de tinta. Son muy livianas y su boquilla fina en diábolo hace que
no cansen al escribir durante largos ratos. Son cortas, pero con la suficiente
longitud para apoyar bien contra el borde de la mano, y aquellos que suelen
gustar de montar el capuchón sobre la contera al escribir notarán que, por su
ligereza, apenas varía el equilibrio. Los materiales no se han deformado ni
agrietado con los años, y los plumines resisten bien contra la corrosión de la
tinta. Esto es mucho más de lo que ocurre con otras plumas de mayor renombre y
precio.
Miguel Huineman
Se agradece la colaboración de quienes han prestado sus
plumas para fotografiarlas.
Los datos históricos provienen del libro “Fountain Pens of
the World” (A. Lambrou) y datos en la web Fountain Pens Network (FPN) de
Richard Binder, y en lo referente a la parte española, de apuntes y monografías
de D. Rafel Pujol.
Tengo una azul transparente, preciosa. ERO-1. Es la que más uso. ültimamente, a diario.
ResponderEliminarSerá barata pero a mí me parece una joya
Tengo una pluma igual pero no sé cómo saber su antigüedad. Me gustaría saber si existe algún catálogo de estas fantásticas plumas
ResponderEliminarAmigo Unknown: con los datos que aportas es difícil saber nada. Catálogos no se conocen, y si es española, es posterior al 59, aunque aún se vendían bien entrados los 80s.
ResponderEliminarCompré una ERO (alemana) en la armería cercana a la parroquia de Santo Tomé de Toledo, España, lugar que alberga el lienzo conocido como "El entierro del conde Orgaz"
ResponderEliminarMe regalaron una Ero con plumin 1 por los años 80 y aun funciona perfectamente, en el cuerpo lleva grabado Made in Germany y en el clip de la capucha está la marca ERO en vertical rodeada de unas estrías en la misma dirección.
ResponderEliminarHola, tenia una azul con la que cogia apuntes en 3º de BUP y en COU (1º y 2º, jeje, puff, ejem...) y eso era entre los 70' y los 80'. Resulta que me acaba de aparecer sin el plumín pero el resto ok ¿Habría alguna posibilidad de recuperarla con algún plumin si no igual, similar? Me encantaria repararla. Gracias, saludos y enhorabuena por tan magnifico blog...
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