lunes, 28 de marzo de 2016

EL PAPEL (con la influencia española)


Por mucho que nos gusten las estilográficas, las usemos y coleccionemos, debemos de considerar que por sí solas carecen de sentido.
En la escritura como medio de transmisión y permanencia de la cultura y de la civilización, la pluma es hoy sólo uno de los posibles* instrumentos de una trilogía inseparable que comprende además la tinta como medio y al papel como soporte. Aquí hablaremos brevemente de este último.
*(Sea estilográfica, lápiz, bolígrafo, pincel, imprenta, impresora, etc.)

HISTORIA
El papel, digámoslo claramente, “es un invento chino”.
Allí antiguamente se usaban finas alfombrillas de bambú finamente cortadas hasta que, según la tradición, durante la dinastía Han el eunuco y guardia de palacio Cai-Lun inventó el papel durante el reinado de Yuan Hsing en el año 105 d.C., golpeando y luego cociendo cortezas de árbol, trapos, cáñamo y redes de pesca. La pasta resultante se extendía sobre tramas y se las secaba al sol en lo alto de los muros.
Los árabes conocieron el secreto de este nuevo material de escritura tras el fallido ataque chino a Samarkanda (751 d.C.), pues algunos prisioneros sabían fabricar papel. Tras iniciarse allí la industria, fue el califa Haroun al-Rashid (conocido por “Las 1001 Noches”) del s.IX quien ordenó a sus cancilleres que usaran papel en vez de papiro o pergamino.
En España, el uso del papel vino de la mano de los árabes en el siglo X, por medio de artesanos traídos de Túnez. La cultura musulmana por entonces propiciaba la expansión de la cultura y creaba monumentales bibliotecas.
La primera muestra conservada de papel español se conserva en el Monasterio de Sto. Domingo de Silos, un Breviario Mozárabe de la segunda mitad del siglo X, con treinta y ocho páginas de papel grueso y tosco procedente de lino y cáñamo, además de diecinueve de pergamino. El geógrafo árabe El Edrisi describe que la primera villa en fabricar papel en la Península fue Játiva (1150 aproximadamente), y documentos del Archivo de la Corona de Aragón citan la existencia de molinos papeleros en Cataluña desde 1160. Se trabajaba principalmente con un papel de excelente calidad denominado Kagid.
Al fundarse en Toledo la más importante escuela de traductores, tanto el Arcipreste de Hita en El Libro del Buen Amor (1330), como el Abad de Cluny Pedro Mauricio “El Venerable” en 1411, constatan haber leído libros en papel toledano.
Partiendo de España, la fabricación del papel pasa a Europa, estableciéndose molinos papeleros en Bélgica y Suiza en el siglo XV, por los hermanos gallegos Antonio y Miguel Galliciones.
El papel se transmitió también por Europa desde Constantinopla, llegando los molinos papeleros a establecerse en:
Italia           1276
Francia      1348
Alemania   1390   en el Molino de Geis, construido por Ulman Stromes cerca de Nuremberg.
(Gutenberg inventa la imprenta en 1450, multiplicando enormemente la necesidad de papel)
Inglaterra   1495   con el Molino de John Tate, Hertfordshire.
(Aunque ya se usaba importado desde 1309)
USA          1690    por William Rittenhouse (educado en Holanda), cerca de Pensilvania.
El proceso, que inicialmente era manual y artesano, se fue quedando muy corto para las necesidades crecientes de la imprenta y la industria, desarrollándose por necesidad una maquinaria industrial que, a partir básicamente del final de la Guerra de Secesión, acaparó toda la producción mundial. 

TECNOLOGÍA:
La base del papel es la celulosa, un polímero que se encuentra en cantidades variables en todas las fibras vegetales. Las coníferas y eucaliptos son las de mayor contenido, y por tanto las elegidas por la industria, aunque también se utiliza (y se prefiere) en la obtención de celulosa el reciclado de trapos y de papel usado.
Habiéndola liberado de sus agentes oxidantes y componentes incrustantes, y obtenida la correcta transformación de su estructura y características físicas, y de su contenido de agua en la pulpa resultante, se le añaden sustancias que le otorgan sus características. Suelen ser sales minerales, blanqueantes y agentes adhesivos. Estos últimos son los que le dan al papel, tanto para escribir como para imprimir, sus cualidades especiales de absorción.
Tras su escurrido, la pulpa se esparce uniformemente sobre una malla al espesor requerido, que le dará su específica resistencia y flexibilidad. Este proceso determina su peso en gramos por metro cuadrado. Operaciones sucesivas le darán al papel sus especiales características finales: absorbencia, transparencia, resistencia al desgarro, rugosidad, laminado (opaco o brillante), etc.
Debemos recordar que el papel es un producto muy versátil, que además de soporte de escritura (generalmente blanco), de periódicos o de billetes, se utiliza como secante-absorbente (pañales, tisúes, higiénico), cartonajes corrugados (cajas), cartulinas (envases), papeles pintados para paredes o para envolver, cigarrillos, bolsas (en la construcción y comerciales), cuadros, litografías y moldes. 

UN MOLINO PAPELERO
En Capellades (Barcelona) persiste un molino papelero del siglo XVIII, de los dieciséis que tuvo el pueblo, aprovechando la abundancia de agua que brotaba de sus manantiales, y que hasta finales del s.XIX abastecían el mercado español, Sudamérica y Filipinas con papel de barba (con bordes irregulares) y de fumar.
En 1961 se inauguró como museo y molino (representativo) funcional, con la fabricación y venta al público visitante de papel hecho a mano.
Se comienza en la recogida y troceado de trapos, que luego se centrifugan a mano en una jaula que les libra de polvo, tierra y otras impurezas. De ahí pasan a una tolva en el suelo donde se les empapa.
 
Tras ello se pasan a unos morteros secuenciales de tipo martillo-pilón movidos por unos ejes con levas de madera a su vez movidos por una noria (el estruendo es alucinante y ensordecedor).
Las cabezas cuadradas de los morteros tienen unos dientes de hierro que van convirtiendo todo en una pulpa lechosa con la longitud de fibras requerida.
 
La pulpa pasa entonces a un pozo donde se añaden los aglutinantes (cola de arroz) y demás aditivos, se agita (también por la noria), y es ya desde él que se realiza el proceso manual de formación de una hoja de papel, a base de sumergir un cedazo en la pasta y levantarlo con la cantidad “adecuada” para una hoja (mucha y resulta un “cartón”, poca y queda débil), cosa que se logra sólo en base a la experiencia del artesano.
Arriba: Operario levantando el cedazo con la pasta, que se pondrá en la tabla izquierda a escurrir. Mientras, otra persona separa la hoja anterior y la deposita sobre un fieltro absorbente, apilándolos para posterior prensado.
Abajo: Pozo con eje agitador, cedazo y alambres para posar cedazos. Cedazo de trama verjurada y marca de agua.
 
El apilado – considerable – de pares “hoja-fieltro” se lleva a una prensa de madera, donde se les exprime el agua.
Prensa primitiva con tornillo de madera prensando un apilado. Las piedras levantan la tabla (de resbale y reparto) al aflojar el tornillo.
Vista de la noria motora del molino.
 
Una vez exprimido, se separan las hojas de papel de los fieltros y se cuelgan a secar dobladas en folio. Una vez secas pueden, o no, laminarse (satinado), se pesan (el “gramaje”, gramos por m2), algunas se ensayan a tracción para comprobar la calidad, y quedan listas.
Zona representativa del secadero, selección por gramaje (báscula), ensayo de tracción (pared izquierda), y almacenaje (tolvas al fondo).
Foto de cómo era el secadero industrial realmente, que producía unas 4.500 hojas/día. 
Si se requería, podía luego dárseles un “sello seco” con otro martillo-pilón, deformando el papel. El operario se sentaba en el suelo con las piernas en el hundido, e iba pasando las hojas de uno a otro montón.
 
 
Miguel Huineman
 
Datos históricos de:
 “El Papel: Referencias Históricas” de José María Martínez. Arteguía de la Escritura.
“Collecting Writing Instruments”. Dietmar Geyer. Schiffer Publishing Ltd.
Fotografías de D. Carles Rausa, y de las webs:
http://www.mmp-capellades.net/spa/ Web del Museu Molí de Capellades
https://conungarabato.wordpress.com/tag/moli-paperer/ - Molino papelero de Capellades en Barcelona.
http://www.paperhistory.org/Museums/ - International Association of Paper Historians. Paper Museums.
 
 
 

viernes, 25 de marzo de 2016

ATLÁNTIDA (Vila Sivill)


Las estilográficas ATLÁNTIDA comienzan a existir como plumas de marquista, con el segundo pedido de los hermanos Vila Sivill a su proveedor japonés a finales de 1935. Al parecer eran de vistosos colores, como sus justo anteriores “hermanas” las ANTINIA, pero con plumines de acero dorado, en vez de oro, para acceder a un sector más bajo del mercado.

No conocemos ningún ejemplar de este tipo. Lo más parecido a una pluma de cierto empaque en ésta marca es la siguiente, con un capuchón plateado.

Por su diseño, la siguiente pluma en ebonita negra también podría ser de la época.

Justo después estalló la Guerra Civil, y los hermanos Vila Sivill obtuvieron un contrato de la Generalitat republicana para abastecer a los soldados del frente. Había que hacer muchas, rápido, y asequibles.
Del periodo pueden ser las dos siguientes plumas básicas, con plumines dorados, siempre marcados ATLANTIDA, y con punto en chapa doblada.

La primera es en baquelita jaspeada, sin anillo de capuchón, y un sistema de carga “aerométrico” por goma corta sin pinza al final del depósito ("chupete"), asequible desenroscando el cuerpo por la mitad.

Otra pluma básica, pero más clásica, con un grueso anillo en el capuchón, y carga por botón.

Terminada la guerra y ya en la autarquía, la marca Atlántida se registró y las plumas pasaron a ser oficialmente de producción propia. El material volvió a ser la baquelita jaspeada en unas plumas simples de carga por botón.
 
La primera es la “905”, de terminales truncados. El anillo del capuchón recuerda al del modelo anterior, al que se parece bastante. Los plumines  eran “ATLANTIDA 2”.

La “906” era una pluma más larga y gruesa, con terminales ojivales y un anillo en el capuchón con tres ranuras. Los plumines eran “ATLANTIDA 6”.

Ambos modelos aparecen aún hoy con los sellos de “Aduana Nacional” y la vitola con el número, indicando una gran producción no vendida. Lo cierto es que ambas son unas plumas duras en el uso, que en ocasiones pasaron por un arreglo. No es difícil encontrarlas con otro clip, y sobre todo con un plumín de sustitución con “iridio”, más suave.

En 1942 se oferta la tinta estilográfica ATLANTIDA en sobres con polvo para diluir en un tintero de 30 ml. Llegó a disponer de 12 colores. Con la marca hubo también tinta china en frascos, lápices, plumillas de acero y barras de marcar.
(Foto de una fotocopia de un catálogo) 

A principios de los años cincuenta ya estaban disponibles los novísimos sistemas de inyección de plásticos, a los que VICURVI, S.L. (nombre por entonces de la empresa) rápidamente accedió para producir sus “segundas líneas” (Atlántida, Imperia, Derbi, Oxford y Durilón).
De esta época es la llamada “101” ORO. Una pluma muy de la época, copiando a la Parker 21 Mk.I. El nombre está grabado en el labio dorado del capuchón.

Una pluma igual pero sin dorados,

Del mismo modelo, pero con otro anillo cuerpo-boquilla, es un bolígrafo de capuchón. Curiosamente no tiene el apelativo “Contínua” como los demás de la empresa, pero nos sitúa la fecha entre finales de los 40’s y los inicios de los 50’s.

En el año 1955 V-S (nuevo cambio de nombre) sacó un catálogo “FM” del que solo disponemos de algunas páginas de estilográficas “menores” (faltan las Regia). Presentamos a continuación las cuatro páginas relativas a ATLÁNTIDA:

Del modelo 757 es la siguiente pluma:


Por “Grafilado” se entiende un rayado fino de múltiples estrías longitudinales. El clip lleva también surcos longitudinales en las “plumas”. “Carga sistema 21” se refiere al aerométrico de pinza, por ser el de la famosa Parker 21.

Aquí mostramos una Atlántida 929:
 

De tipo 924 o 931 es la siguiente pluma blanca

No se conocen plumas ATLÁNTIDA posteriores a éstas.

 

Miguel Huineman
 

Se agradece a los que han prestado sus colecciones para fotografía, así como los datos históricos de la marca, que provienen de los estudios por D. Rafel Pujol, y los de D. Albert Verdaguer, nieto de José Vila Sivill.

viernes, 11 de marzo de 2016

YA VAN 100 ENTRADAS PUBLICADAS


Y es momento de hacer un análisis recopilatorio de Plumahispana y del Blog.
La primera foto de “Plumahispana”, en su página de “Inicio”.
Una Inoxcrom 88 sobre un “camino de mesa” en encaje de Lagartera, con un lomo de libro levemente alusivo al tema.
Es la única foto “no-didactica” que hemos colgado. 

Plumahispana es un grupo abierto de coleccionistas de pluma española, que empezamos a conocernos en el Penshow de Barcelona del 2009, y que todos habíamos tenido muchas dificultades con nuestras colecciones. No había casi ninguna información. Rascando íbamos obteniendo fragmentos de datos, y pensamos que unidos y compartiéndolos iríamos mejor y nos motivaríamos. De ahí a compartir “más” había un paso, y pusimos nuestra documentación y colecciones a disposición de los otros (empezaron las fotos), y así se pergeñó la idea de una web, para que los nuevos aficionados no pasaran por nuestras tribulaciones. Con el tiempo ésta empezó a funcionar,  y nuevos amigos se incorporaron pasando a ser colegas. Todos colaboran en lo que pueden, entusiásticamente, al igual que lo han hecho los numerosos “protagonistas” de la propia industria, a los que hemos pedido información y ayuda.
Pero tuvimos que asumir a lo largo de 2014 que la web original http://plumahispana.info/ estaba fosilizada sin remedio, pese a ser un medio de soporte bien diseñado y muy versátil. Necesitaba de una dedicación por parte del que la creó que ya no tenía, y los demás carecíamos del saber cómo continuarla. ¡Pero sigue estando vigente! (gracias, Pablo).
Pensamos así en un blog. Un blog tiene la suerte de tener la desgracia de ser fácil y pasajero. Con su ayuda podíamos continuar el objetivo inicial de dar a conocer la Pluma Española - con mayúsculas - ésa gran desconocida, obviada en los grandes recopilatorios, en parte por desidia, en parte porque la propia industria vernácula no dejó apenas recuerdo de sí misma.
Empezamos justo con el año 2015, ¡el día 1 de enero!, aprovechando el “día tonto de resaca” de las fiestas, con las sobras de la cena para desayunar.
Un blog muy “friqui” y técnico, que ni en nuestras mejores expectativas podíamos sospechar que a día de hoy llevara: 
- 18.400+ visitas (13.500 al cumplirse el año), a un ritmo actual de unas 2.150 visitas mensuales, y creciendo.
- Lectores de todo el mundo.

Que nos lean españoles, comunitarios e hispanoamericanos tiene lógica.
Estados Unidos también, no solo por su porcentaje de hispanoparlantes, sino por su colosal afición estilográfica.
 
¿Pero Japón, Corea del Sur, China, Rusia, Ucrania, Polonia, Rumanía, Australia, Lituania, Serbia, Bulgaria,..?

Tan sólo podemos estarles agradecidos por su interés, y desearles que,  si usan “traductores en web”, éstos les sean útiles. Fue principalmente para hacerles más fácil la lectura a ellos que publicamos la entrada “Nomenclatura”.
 
Otro tema curioso es comprobar las entradas “Top Trending”

 
 
De que las Super T Olimpia gustan e interesan no hay ninguna duda, ¡y buenas plumas son! Por ello, recordamos a los que se interesen en adquirirlas que se cercioren de que les funciona el mecanismo de carga por émbolo (frecuentemente roto) y actúen éste “con el debido respeto”. 
 
Las Inoxcrom Caravel son unas magníficas plumas (yo mismo tengo ahora una “dos-anillos” en uso junto con mi fiel Pelikan 400), y conozco a otros que igualmente las usan a diario. Lo sorprendente es que supere en interés a la espectacular y bellísima Inoxcrom Corinthian, que desde siempre fue – en su versión azul – “EL objeto de deseo”. 
 
Las STYB Minister son plumas grandes, serias, ligeras, y que escriben muy bien. Bastante desconocidas por falta de marketing, y fuera de producción desde 2013, aún quedan algunas por la web en su versión B2B.
¡Pero casi iguales son sus hermanas las Vogue!  - No, ellas no. 
 
Parker es un gigante en el mundo estilográfico, y lógicamente despierta interés todo lo relacionado con ella. Más aún su ignorada producción “fuera de casa”, en un intento lamentablemente fallido (tampoco hay mucho escrito de la fábrica en Baden-Baden, Alemania).
 
En su momento se nos preguntó sobre las “Made in Colombia” y demás de Iberoamérica, suponemos que debido a una interpretación del término “hispana”. Lamentamos ser ignorantes al respecto.
 
Al hilo, mencionar que al diseñar la web original, se eligió el término “hispana” y no “española” por razón – que no culpa – de la españolísima “Ñ”, que no figura en todos los teclados de nuestros lectores. Así, si.
 
¿Sacristán? – Inconcebible el interés generado, aunque sea bienvenido.
La idea original era publicar una entrada sobre la primera Serie Limitada española, y consideramos que no era propio hacerlo en un “¡Ahí va!” sin explicar previamente el origen, razón y génesis.
Pero el intermedio ha resultado un crack.
(Ya pasó lo mismo con otro Intermedio, el de “La boda de Luís Alonso” de G. Giménez, y lo que para éste supuso la participación de Lucero Tena, lo fue para nosotros la colaboración del propio protagonista, D. Francisco Sacristán).
 
 
Inoxcrom ha estado presente en 75 países, y es lógico que, conociéndose la marca, despierte el interés de los coleccionistas y usuarios, sobre todo en los modelos “enrevesados” (Kukuxumusu y la serie Tiny).
¿Pero la PURE? ¿Más que las vistosas 2002 y Zeppelin?
(Los lectores deciden…)
 
El día que se consigan ejemplares para fotografiar y así publicar la 2022, que es el único modelo Inoxcrom que nos falta, ¡lo mismo marca un récord!
 
Cervantes. Es lógico, preciosas plumas de excelente calidad.
Cuando - por fin – publiquemos sobre las Montjoy’s y las Regia, que serán en varias entradas cada una por su extensión, esperamos que sean igualmente apreciadas. 
 
Al hilo de éste último párrafo, y el de un comentario reciente (en Cóndor) sobre “escribir un libro”, mencionar que hay no uno, ¡sino dos libros!, sobre la Estilográfica Española terminados, uno recién publicado, y esperamos que el otro muy próximo a publicarse (ambos en catalán).
Para no “hacer sombra” al uno (y por estar colaborando fotográficamente en el otro) es por lo que, por ejemplo, no hemos publicado Regia, y en su día retiramos temporalmente “Antinia” y “Atlantida” del Blog, a petición del autor. Llegará, y volverán, paciencia. 
 
Pero “Plumahispana” se gestó y creó bajo la idea de usar un soporte informático, usando sus ventajas de gratuidad, universalidad, rapidez y fácil edición (¿no se han percatado de los errores rápidamente corregidos?) y, para aquellos que prefieren el “soporte papel”, siempre les queda la posibilidad de dar a “Imprimir” y gastarse lo mismo, o más, que en comprar un libro carísimo, por la cantidad de “cromos” que incluye el Blog.
Cosa que además no recomendamos, porque desde que se publicaron algunos artículos, han aparecido nuevas cosas que merecen divulgarse, y en el “cómo hacer actualizaciones” estamos ahora pensando. 
 
Recordamos que para facilitar la navegación, se emplean ampliamente enlaces (links) sobre la palabra clave (que es, o cambia a azul al poner el marcador sobre ella, y lo muestra) y el nexo aparece en página aparte para no molestar la lectura principal. Para la búsqueda, aconsejamos usar el buscador aprovechando las etiquetas (nombre, marca, modelo, etc.), y si pinchamos sobre una imagen, la foto aparecerá en su tamaño original de 800 píxeles de ancho, eso sí, manchada con las marcas de agua para evitar que las copien y abusen, cosa que no siempre logramos.
También algunos nos han mencionado que la letra del Blog les resulta pequeña (¡y eso que la hemos aumentado frente a la web!). Una solución práctica que permiten algunos sistemas es presionar la tecla “CTRL” mientras se gira la rueda del ratón. En un sentido agranda lo que haya en pantalla, en el otro la disminuye.
La banda central del Blog queda genial llenando todo el ancho de la pantalla.
 
Gracias a todos por leernos. Esperamos seguir a la altura de nuestros fans.
 
 
 
Miguel Huineman, en nombre del grupo al completo.
 
 

sábado, 5 de marzo de 2016

BARLEY – BARLEI


La marca BARLEY fue registrada en 1933 por Antonio Bernadás Llor, marquista que tenía su razón social en la c/ Consejo del Ciento 215, en Barcelona.
En 1914 había registrado la marca “MONTE ROSA” (nada que ver con la muy posterior de Montblanc), de la que no conocemos ejemplares.
Con las directrices políticas de la postguerra, en 1941 tuvo que españolizar el nombre a BARLEI.
Poco más sabemos de este señor, excepto que estuvo activo hasta finales de los años cincuenta, aunque por entonces su preocupación se centraba en artefactos para eliminar o reducir los efectos del humo del tabaco. Un adelantado a su tiempo.

BARLEY
Plumas de alta calidad en celuloides y mayoritariamente de carga por palanca. Casi todas con un clip “cabeza de serpiente”, muy generalizado entre otras marcas, aunque éstos grabados verticalmente con el nombre.
Plumines de oro de 14K, grabados y muy flexibles. Curiosamente, no parecen haber sido fabricados por Damiá Onsés (al menos no figuran en su listado).
 
Dos plumas tubulares iguales en diferente celuloide. Tamaño cadete.
 
Pluma hexagonal en cuerpo y capuchón.

Pluma con capuchón hexagonal, aunque con un tapón más alto que en el anterior. Carga a botón. Plumín de sustitución.
 
Pluma en tamaño cadete (11,2 cm cerrada). Clip diferente.

Pluma de la cabecera, grande (14 cm cerrada). Clip distinto.


 
BARLEI
El cambio de la forma de escritura del nombre parece coincidir con una evolución en el diseño de las plumas, que mantienen su alta calidad pero abandonan el celuloide jaspeado, y adoptan capuchones metálicos y sistemas de carga variados. En algunas pone BARLEI en el clip, y BARLEY en el cuerpo, casi siempre seguido de EXTRA.
Los plumines cambian la grafía, aunque siguen siendo excelentes y muy flexibles.

 
Pluma aún en celuloide (“raíz de brezo”) pero ya con capuchón metálico, inusualmente a fricción. Carga a botón.
El clip cambia, aunque ésta forma no vuelve a aparecer hasta el final.
 

Pluma en ebonita y carga por émbolo. Sorprende la boquilla en diábolo muy delgada, con apenas espesor en su centro para el taladro del alimentador. El capuchón y clip ya son los que se estandarizaron.

Casi igual a la anterior, aunque la boquilla es más ancha, la carga es por botón, y la contera más roma.

Igual a la anterior, con capuchón plateado.
 
Y otra igual, con capuchón liso.
(Con este modelo de cuerpo hay también plumas de carga aerométrica)
Pluma tamaño cadete con un raro jaspeado del celuloide y contera recta. El capuchón parece de cobre (no es latón) y no tiene trazas obvias de haber perdido una capa dorada o plateada, lo que la hace “extraña”. Plumín de sustitución Inoxcrom “0”.

Recuperando el clip de la primera antes mostrada en “Barlei”, una pluma de palanca en plástico inyectado muy genérica. Posiblemente de las últimas de la marca.

Para terminar, mostramos un bolígrafo de la marca, usando el diseño y piezas de las plumas coetáneas, que lo fecha en la primera mitad de los años cincuenta.
 
Es interesante ver la solución que ofrece para poder escribir con el instrumento “sujeto como pluma” (inclinado) mientras la punta iba muy vertical, como exige la bola de bolígrafo.

 

Miguel Huineman 

Se agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía, o enviado sus fotos. Los datos históricos han sido facilitados por D. Rafel Pujol.