Al quebrar Industrial Gispert en 1963, JABALINA compró la marca SCRIKSS y parte de la
maquinaria de fábrica, sobre todo la de inyección de plásticos, adquiriendo
también los modelos y diseños de aquella que, desde 1956, venía siendo una
importante proveedora de plumas, piezas y fornituras a otros marquistas
nacionales.
Puesto que lo tenía todo listo y preparado, continuó produciendo las
plumas, pero con un poco de caos en su nomenclatura y origen.
Por una parte, plumas típicas de Industrial Gispert
fueron nombradas SCRIKSS (pese a que nunca lo fueron propiamente), otras, los “mix” que se fueron ocurriendo, se llamaron SCRIKSS-JABALINA, y
para rematar, modelos propios de JABALINA fueron producidos con nombre SCRIKSS
y una calidad algo inferior. No es pues de extrañar que los coleccionistas se
confundan.
Veamos algunos modelos
Veamos algunos modelos
Modelo 1
Ya hablamos de
esta pluma (aquí), con su modelo
clónico de Jabalina, y un clip idéntico a las 38C del marquista Peretó Escardó.
Modelo 2
Con ésta el clip
típico de Scrikss ofrece, si cabe, menos dudas.
El diseño es muy
parecido a la anterior, pudiendo ser incluso que hubiera perdido su pulsador.
La joya de la contera es también similar a la 38C.
Modelo
3
Parece una modificación de la anterior, haciendo el
depósito totalmente interior y usando el capuchón de la primera con leves
toques, como el matizado con labio pulido y un cabujón mas saliente.
Modelo
4
Una Jabalina 66 disfrazada de Scrikss. Se la descubre en
el grabado del cargador.
Modelo
5
Un mix entre el cuerpo de la Jabalina Nº 2005 y el capuchón
de la Jabalina Nº 1953, incluso manteniendo el símbolo del corazón entre los dos
grabados “Scrikss” en el labio.
La presentación, muy cuidada, no menciona su origen Jabalina.
Para terminar, y como muestra de que la marca se usó como
“cajón de sastre”, tras el anterior juego de lujo mostramos unos bolígrafos
súper-económicos, con la marca sobre el anillo.
Miguel Huineman
Se agradece a los que han prestado sus colecciones para
la fotografía.
En especial, se agradece a D. Eduardo Sánchez Muliterno
su hospitalidad, tiempo y entusiasmo al compartir con nosotros sus memorias.
No cabe duda que iremos aprendiendo. Gracias
ResponderEliminar