A inicios de 1943 un tal Abramino Sciamma Gavia, italiano
de nacionalidad española, montó un pequeño taller de unos 35 m2 dedicado a la
obtención de objetos plásticos por inyección, en la c/ Madre de Dios del
Carmelo, 19 en Barcelona.
En 1945 solicitó el registro de la marca PLASTIPEN para
estilográficas y portaminas, y en 1947 para la marca MONTEBLANCO para lo mismo,
además de otros objetos de escritorio.
Unos años después, a inicios de los años ‘50s, se traslada
a un local mayor situado en la c/ Hurtado 15-17, ya con el nombre de INDUSTRIAS
PLÁSTICAS A. SCIAMMA.
Entre su inicio y 1946 hizo tres registros, dos de ellos
con el mismo nombre pero diferente contenido: “Mecanismo de carga aplicable a
plumas estilográficas”, y otro de “Un procedimiento de fabricación de plumas
estilográficas”. Luego y hasta 1953 registró otras diez patentes y modelos de
utilidad, pero sobre otras cosas: cigarreras, batidoras, armónicas, etc. En
1958 fabricaba, sin licencia, bolsas plásticas con la marca GOGÓ.
Fue pues en la 2ª mitad de los años ‘40s cuando se
produjeron las estilográficas, de las que pocas han sobrevivido y conocemos.
Es gracias a nuestro amigo y colaborador D. Eduardo
Alcalde que conocemos los modelos que presentamos, así como suyas son también
las fotografías.
La primera, jaspeada, es de carga por botón, tiene un clip genérico sujeto por una “joya” plástica, y un aro simple en el capuchón cerrado a rosca.
El plumín es de acero grabado “Edelchrom” con una cabra saltando a derechas (en el plumín Bock es a izquierdas).
La pluma conserva su vitola, pero no tiene el Sello de
Aduanas.
El plumín (francés) es bicolor, de acero con punta plegada y dos ranuras longitudinales para aumentar su flexibilidad.
El plumín es de oro de 14K grabado con la marca, aunque no aparece en el listado de los fabricados por Damiá Onsés. Podría ser de Pedro Boira.
El cuerpo lleva termograbada la marca con la misma grafía del plumín, aunque con poca calidad.
Otro detalle es el sistema de carga: se desenrosca la contera y se pulsa. Hasta aquí todo bien, salvo que Eduardo desmontó el cuerpo y no entendió nada. Tomó un macro en vídeo y tras enviarlo y analizarlo nosotros, mus.
Hemos
llegado a buscar y leer la patente, escrita en un lenguaje muy técnico pero
aclarando nada. Si fuera “de botón”, el saco es muy corto (y además faltaría la
barra de presión), y si fuera “vacumatic”, la estanqueidad está ausente y la
presión sobre el saco, mínima.
No sabemos cómo cargaba esta pluma.
Miguel Huineman
Plumas, fotos y vídeo de D. Eduardo Alcalde (autor aquí, aquí, aquí y aquí)
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