viernes, 3 de febrero de 2017

SEIMAN


En esta marca discrepamos D. Rafel Pujol y yo.
Él insiste en que fue un fabricante, yo en que era un marquista.
Él tiene a su favor los registros históricos, y yo el que solo veo con ésta marca plumas fabricadas por otros.


Historia (es casi un calco de su monografía)

A finales de 1953 Ramón Vidal Madreñas, residente en Barcelona, solicitó permiso a la Delegación de Industria provincial para instalar una industria-taller de “tipo eminentemente artesano familiar”, para la fabricación de plumas estilográficas.
El taller se ubicó en la calle Portaferrissa, 17 (local interior). Con un capital de 25.000 pesetas disponía como maquinaria básica de un torno cilíndrico, otro torno semi-revólver, dos pulidoras eléctricas y tres cortadoras manuales con una potencia instalada de 1,5 CV. Únicamente trabajaban en él el propietario y un familiar.
Su objetivo era fabricar manualmente plumas estilográficas por encargo y que los propios clientes suministraran las materias primas necesarias (plexiglas, celuloide, galatita, ebonita, latón, cobre, acero, etc.). La capacidad de producción se estimó entre 400 y 600 plumas mensuales. Asimismo se planeaba fabricar fornituras y realizar reparaciones.
En abril de 1954 Ramón Vidal Madreñas solicitó el registro de la marca “SEIMAN” para “objetos de escritorio y dibujo, especialmente plumas, bolígrafos y lápices automáticos”.
En mayo de 1956 el taller se trasladó a la calle Sant Doménech del Call, 12 bajos. Un año después del traslado, en enero de 1957, el taller producía, además de plumas estilográficas, bolígrafos y lápices automáticos. El registro de la marca SEIMAN se reprodujo en febrero de 1957.
El negocio debió ir viento en popa pues en abril de 1962 el taller se había trasladado de nuevo, esta vez a la calle Ferran Valls i Taberner, 10 sótanos, en la parte alta de la ciudad lejos del abigarramiento del barrio de Ciutat Vella.
Con ocasión de este traslado el taller experimentó un fuerte aumento de su capacidad de producción. Mediante un aumento de capital de 75.000 pesetas se instalaron tres nuevos tornos revólver, un torno cilíndrico, una fresadora, dos taladros y una limadora, maquinaria a añadir a la preexistente. La plantilla  se amplió integrándola ahora tres operarios y dos aprendices. Con estas ampliaciones la capacidad prevista de producción experimentó un espectacular aumento: 37.500 bolígrafos, 7500 lapiceros y 5.000 plumas estilográficas. Y en consecuencia también la previsión del consumo de materias primas y de productos manufacturados registró un gran aumento: 500 planchas de Nacarina, 50.000 piezas metálicas y 5.000 plumines.
En diciembre de 1962 la Delegación de Industria de Barcelona certificó el traslado y la ampliación.
No sabemos cuánto tiempo permaneció activa la fábrica de “MANUFACTURAS SEIMAN”, pero sí que figuraba en una relación de integrantes de la Agrupación de “Fábricas de Bolígrafos, Estilográficas y similares” del Sindicato Provincial del Metal de Barcelona  para 1974.


Modelos 

1º.- Grupo similar a las ICSA-plásticas

(Los plásticos pueden proceder de Industrial Gispert, y son intercambiables con otros de marquistas: Ciros - Milians, Dólar, Kenedy, Labor, Póker, etc). 

Conjunto de plumas “estilo Parker 45” con una característica boquilla de plumín “en uña” y surco posterior. Todas grabadas con la marca en el labio del capuchón. Plumín con punto en chapa doblada.



Con la misma boquilla anterior, esta tiene un acabado rayado a grata (arañado).
El clip, único de SEIMAN, inserto en el lateral del capuchón,  la hace merecedora de ser la pluma de la cabecera (aquélla en dorado).



Ésta otra pluma la hemos visto ya muchas veces bajo las marcas ICSA, LABOR, POKER, etc.



Otra con el mismo cuerpo escalonado de la anterior.



Presentamos a continuación varias plumas blancas más “de Primera Comunión”, y es que para este tema, Seiman tuvo muchos modelos. 

La pluma del juego a continuación es igual a una con capuchón dorado presentada antes.
En la foto podemos apreciar la presentación y el logotipo, que nunca estuvo grabado en sus plumas.



La siguiente, con la marca grabada en el lateral del capuchón, la tenemos también (abajo) como pluma sin marca y sin el anillo fino.



Pluma única de Seiman, específica para niña, donde el cuerpo es el mismo que en las anteriores salvo por su extremo redondeado.




2º.- Provenientes de JABALINA- émbolo 

Industrial Gispert vendía plumas, partes y fornituras a múltiples marquistas desde 1956. Al quebrar en 1963, la maquinaria y modelos fueron comprados por D. Eduardo Sánchez de JABALINA, que continuó suministrando a los clientes de Gispert.

El capuchón es parecido a las anteriores “tipo-ICSA”, aunque en este caso está cromado, pero el cuerpo es un calco de la Jabalina: boquilla, alimentador, plumín, incluso el pistón es idéntico.



Abajo, comparada con la JABALINA de origen (arriba), con los detalles del plumín y característico alimentador, el final de boquilla, e incluso el escalón biselado de la zona transparente.



Tras lo anterior, y si aceptamos el dicho inglés de: “si anda como un pato, grazna como un pato, y se parece a un pato, ¡debe ser un pato!”, aceptaremos que - con las estilográficas - SEIMAN era un marquista. 

Ahora bien, es innegable que tuvo un taller (no podemos catalogarlo de “fábrica”) con máquinas-herramientas para el mecanizado de metales. No se cuenta en la historia anterior, pero bastante ruido debían hacer cuando los vecinos de los primeros locales les pusieron quejas y denuncias por ello, y sabemos que - sobre todo - las limadoras, fresadoras y cortadoras son muy ruidosas.
Los plásticos de las plumas son todos inyectados, y SEIMAN no tenía capacidad de inyección ni de galvanizado, pero no sabemos que más cosas hacía. 

En los bolígrafos que conocemos, algunos (superior) son del tipo Jabalina “66” y Scrikss-Jabalina (el allí llamado Mod-5), pero el inferior – nuevamente con el clip especial – si es de un modelo exclusivo.



Pudo fabricar otros artículos que desconocemos, como igual pasa con las plumas de antes de 1954, cuando los clientes aportaban el material, y que de aparecer hoy probablemente se catalogarían de “Sin Marca”, salvo que las hubiesen grabado, cosa improbable. 





Miguel Huineman


Se agradece a los que han prestado sus colecciones para fotografía, a D. Eduardo Alcalde sus esfuerzos comparando compatibilidades entre marcas, y a D. Rafel Pujol sus datos históricos, y las apasionantes discusiones mantenidas.

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