En la “edad dorada” de las estilográficas (1926-1960), todo despacho que quisiera demostrar empaque tenía imperativamente que tenerlas.
Así
pues, todos los comerciantes y empresarios, funcionarios de alta graduación, y profesionales
liberales, se agenciaron unas.
El
resto de mortales no distinguidos de importancia, se mantuvieron mientras
usando - una - estilográfica de bolsillo, o las plumillas de mojar en tintero,
o un lápiz.
Pero
claro, no era igual tener una pluma básica en una base simplona, que una base
doble en piedra semipreciosa, con figuras o adminículos útiles, y dos soberbias
plumas de excelente manufactura.
Comenzó
así una de las primeras carreras consumistas, que como en casi todo esto de las
estilográficas, lo empezó W.A. Sheaffer con un diseño ganador, que salió en su
catálogo de 1926 (y patente del ’24).
Todos
los demás fabricantes le copiaron a la carrera, primero en USA, pero a no
tardar en Europa.
Es una historia poco documentada (comparada con las plumas de
bolsillo), pero que excede de este blog.
En
la España de antes de la Guerra Civil (1936) se podía importar, y había de todo
para quien pudiera comprarlo. De los entonces pocos fabricantes nacionales,
tanto Montjoy’s como Nacional tuvieron ejemplares, y el primero
directamente competitivo con los extranjeros.
Tras
la Guerra, la situación cambió, y la minúscula y mal suplida industria nacional
tuvo que agenciárselas para suministrar a una gran demanda con poco poder adquisitivo,
aunque en éste producto se tenía la ventaja de que se suministraba a los
“menos-peor” situados, y la desgracia de que eran los menos.
Una
característica general fue que se podían comprar por separado las bases de las
plumas, aunque era normal que si se optaba por un conjunto se conseguía mejor
precio que por separado, aparte de un bonito estuche inútil en cuanto se
vaciara.
Esto
permitió que empresas-talleres de plumas (o marquistas), sin una mayor
capacidad que la de hacer sus estilográficas, tuvieran sus modelos, y
viceversa, talleres de piedra y cristal, y luego de plásticos, también
ofertaran por separado, haciendo gala de una enorme variedad.
Tres plumas “buenas” y dos económicas sin marca.
Base plástica sin marca, con una tulipa genérica algo más
larga que la blanca.
Pero
tras su época, las plumas de sobremesa desaparecieron de la mayoría de los
despachos (o se sustituyeron por
modernos bolígrafos), y si bien algunas plumas se fueron al fondo de un cajón
(para poder adquirirlas hoy), la mayoría de las bases fueron a la basura como
incómodos trastos viejos, y apenas quedan.
Tampoco
es que la mayoría de las casas de hoy permitan coleccionarlas (sigue siendo un
artículo de pudientes).
Aunque
uno de nuestro grupo, coleccionista compulsivo y con una gran casa, se niega a
coleccionarlas, denominándolas “limpia-orejas”.
Mostramos
aquí un recopilatorio de ejemplares españoles de estilográficas de despacho o
sobremesa (en orden alfabético).
Algunas
plumas ya se han mostrado en las monografías específicas a las que se hace un
enlace, aunque en algunos casos, ahora ampliadas con las que nos han aparecido
entre tanto.
CIROS
El
mayor marquista español tuvo – al menos – este modelo con una contera nacarada
y afilada como abrecartas (con un fallo, porque su base es elíptica, e igual el
cuerpo, y raro es que ajusten). Plumín ”Ciros Point” de acero dorado con
iridio.
ICSA
Como
gran fabricante, lo tenía fácil. Carga por botón, y boquilla en ebonita, resto celuloide.
Plumín ICSA de 14K.
INOXCROM
Es
posible que desde 1953 en que sacó el modelo “41”, Manuel Vaqué tuviera
bastante con afianzarse en el mercado, y no conocemos ninguna variante de
sobremesa de este modelo.
Pero
a partir de 1957, con su modelo “55”
firmemente establecido como ganador, produjo el de abajo de la primera foto,
una “55” con un nuevo cuerpo largo y afilado, junto con las bases de la
izquierda (que conocemos hasta de color amarillo).
A
partir de la modificación de 1970, la pluma pasó a tener cuerpo y contera, con
un anillo intermedio (arriba), y las bases pasaron a ser “lentejas”, que
conocemos en varios colores, como también las plumas.
JABALINA
Una
“29” de carga por “chupete” y anillo
cuerpo-boquilla.
LUMEBAL
Una pluma de contable, con dos plumines en sendos
extremos (para tintas negra y roja), que figura aquí porque el extremo
izquierdo es claro para insertarse en una tulipa, mientras que el otro lleva
rosca para un capuchón (hoy perdido).
MONTJOY’S
Tiene
su monográfico. Aquí simplemente
mostramos todas las variantes juntas, incluido el portaminas.
NACIONAL
Aparece
en el monográfico. Plumín “Warranted”
de 14K, cuerpo y boquilla de ebonita, contera de celuloide.
REGIA
Aparecen
en su monográfico, aunque añadimos la
“831” facetada (3ª).
Recordamos
que inicialmente fueron plumas grandes en celuloide, siempre de carga por botón
y con sus plumines “Regia” de 14k.
Y
posteriormente, con la incorporación del inyectado acrílico, se limitaron a un
solo cuerpo de carga por palanca lateral, y dos variantes de plumín
(descubierto y oculto), basando la variedad solo en el color.
(SCRIKSS-TK)
Curiosamente,
la marca turca heredera de la original Scrikss española, tiene la variante
obvia de la Scrikss de bolsillo (para ellos, la “17”).
Esto
nos hace suponer que muy posiblemente Industrial Gispert fabricara algunas (aunque
no nos han aparecido), o al menos las tuviera previstas.
SOFFER
A
Ricardo Gurina no se le escapaba ninguna oportunidad de negocio, y aquí la
muestra de una “77” a la que se le ha
cambiado el cuerpo.
STYLFLEX
Dos
plumas plásticas aerométricas, la primera aparentemente sin anillo
cuerpo-boquilla, la segunda es una “120”
con nuevo cuerpo.
SUPER
T
Las
plumas de Manuel Portús siempre fueron de émbolo con capuchones de fricción, y
un simple cambio de contera era fácil. Raro es que no nos haya aparecido alguna
“BB”.
La
primera mostrada es una “GESTER” de
2ª serie (de arandela).
Las
siguientes son “OLIMPIA 10” (con plumín
de oro), que como sus homónimas de bolsillo, tuvieron la variante de bola
limada y claraboyas de nivel de tinta.
Las
bases de esta marca tenían el novedoso y único sistema de tulipa articulada
magnéticamente.
THE
WARRANTED PEN
Ya
vista en “Marquistas menores” (3/3)
Hace
años, Julia
Gusano publicó un artículo sobre las “Estilográficas de
Despacho” en la desaparecida revista “Arteguía de la Escritura”, y que afortunadamente
lo tiene incorporado en su web.
Miguel
Huineman
Se
agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía.
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