El mayor marquista español.
Emiliano
Sanz Barbero se inició en el mundo de la estilográfica a mediados de los años
cuarenta de la mano su futuro cuñado, Agustín Cañada. Éste era hijo del dueño
de la papelería “Cañada” en la calle Fernando de los Ríos de Madrid, donde se
arreglaban plumas por medio de un reparador externo.
Juntos
abrieron un pequeño taller enfrente de la mencionada papelería, compraron un
torno, y comenzaron a reparar.
En
1947 se trasladaron a la calle Cea Bermúdez 13 y, además de continuar con las
reparaciones, empezaron a vender fornituras, fueran fabricadas por ellos mismos
o compradas a terceros.
Aquí
se separaron, Agustín Cañada se quedó con el taller de reparaciones en el piso
Bajo, y Emiliano Sanz se constituyó en marquista con la denominación comercial
“Estilográficas CIROS”, manteniendo el mismo domicilio, en el piso 5ºA. (Parece
ser que el nombre “Ciros” le fue sugerido por su amigo Francisco Sacristán, que por entonces estaba
leyendo un libro sobre Ciro el Grande).
En
1950 registró la marca “CIROS” y en 1951 la marca “MILIAN’S”, que se usó poco.
Como
cualquier otro marquista, comercializó plumas, portaminas y más tarde
bolígrafos “de oportunidad”, de diversas procedencias, sin un catálogo ni
continuidad en los modelos. Así un modelo le surgía, producía un lote que podía,
o no, tener futuro dependiendo tanto del origen como de la respuesta del
público.
Lo
que siempre hizo fue grabar su marca donde fuera de las plumas.
Así
resulta un colosal montón de modelos inclasificables, en todos los materiales,
calidades, y con precios siempre moderados, que duró unos treinta años. Con
esto se convirtió en el mayor marquista español, dedicado a la venta al público
en papelerías.
Pero
al cambiar el panorama español, en 1977 se crearon las
empresas “EMILIANO SANZ, S.A.” y “EMILSA” para la importación y distribución de
productos extranjeros, obteniendo la representación de las marcas Parker, Waterman,
Cross y otras, mudándose a la Av. de Pablo Iglesias 22.
La
vocación “marquista” cambió, reorientando la marca “Ciros” pioneramente hacia
el “regalo promocional y de empresa” (no se comercializaban en papelerías) sobre
una producción china, con un catálogo
estable de diseños modernos, y con dos categorías:
·
Una, corta, en plata de ley 925 y precios “altos”
aunque ajustados, y
·
Otra más nutrida de modelos económicos y con plumín de
acero, de excelente relación calidad/precio.
Emiliano
Sanz Barbero falleció en Madrid, sin haberse jubilado, en 2011, a los 90 años
de edad. Las dos empresas fundadas por él continúan activas en manos de sus
hijos. La Asociación Nacional de Importadores,
Mayoristas y Fabricantes de Artículos Promocionales, AIMFAP, le concedió a
título póstumo el Premio a la Excelencia Empresarial 2012.
A
continuación se muestran algunos modelos, ordenados por grupos similares.
Celuloides
Dos
plumas muy “italianas”, la primera de carga por botón, la segunda aerométrica.
Dos
modelos en celuloide “tipo Vacumatic”, la primera de carga por botón y clip
“copia Waterman”, la segunda de carga por émbolo.
Pequeña
pluma (10,8 cm cerrada) de carga por émbolo. Es curiosa la ubicación de la
rosca del capuchón, al frente de la boquilla.
Clip
“tipo Waterman” y carga por botón.
Acrílicas
Pluma
aerométrica básica.
Una
Ciros de origen ERO, con plumín de
oro 14 Kt.
Tamaño
cadete. Acrílico azul trasparente.
Una-más-aún-otra
copia de la Parker 45, con boquilla ICSA
Era
clásico el regalo por ésta celebración, y había aquí
un nicho del mercado que cubrir.
Aluminio
Tal
vez los modelos más representativos de Ciros, ya que éstas copias de las
Waterman’s Taperites inundaron el mercado con sus innumerables variantes.
Las
hubo en múltiples colores, de carga por palanca o aerométricas, plumín abierto
u oculto, y con cuatro o cinco ranuras transversales en el capuchón.
Al
ser en aluminio blando embutido y anodizado (“tubo de puro”), se rayaban con
enorme facilidad, y hoy es difícil encontrarlas en buen estado.
MILIAN’S
Se
muestran dos modelos de esta 2ª marca poco usada: una muy normalita, y la otra
mediocre. Ambas aerométricas.
Modernas
Pueden
verse las Ciros actuales en el catálogo de EMILSA.
Plumines
CIROS
tuvo una línea regular de varios tipos de plumines, siempre marcados, que
además de montarse en sus estilográficas, se suministraron como fornitura de
reparación o a otros montadores, sobre todo al haber cerrado Inoxcrom su producción de
genéricos (y digámoslo también:
mejoraron al tener punto de metal duro)
Plumín
de oro:
Escasos al encarecer mucho el producto, fabricados por
Damiá Onsés.
Plumín
grande:
También
es un plumín escaso, al no haber muchas plumas Ciros grandes. Eran más bien
fornituras de reparación.
Plumín
pequeño:
Muy
numeroso, se conocen con dos marcajes:
1º.-
Marcaje usual: ponemos dos fotos del mismo plumín con distinta iluminación,
para apreciar -en la primera- la escasa presión de laminado del acero, lleno
de micro-cráteres (presentes también en el plumín grande), y -en la segunda-
las marcas sin pulir del útil de doblaje, en los bordes de su cuerpo.
2º.-
El plumín “iridium” tiene muchas particularidades: (a) estuvo bañado en oro,
pero la micro-capa ha desaparecido con el uso, quedando tan solo restos
testimoniales en su base y próximos al punto. (b) La mención al Iridio también
es curiosa, ya que es improbable que estuviese en la aleación del punto más
allá de unas trazas, dado su precio. Tal vez por ello se suprimiese su mención
en los otros, y (c) el tipo de letra diferente de los otros.
Marcajes
CIROS
siempre tuvo sus plumas marcadas donde y como fuera, para distinguirlas de
otras “sin marca” que usaron sus plumines.
Cuerpo:
en letra “Castelar”, casi siempre incluye “marca registrada”
Capuchón
(o en su anillo): usualmente solo “Ciros”, con una letra “o” que parece una
“a”, y una “s” que es más un garabato. Es la misma grafía usada en los
plumines.
También se marcaron a veces los labios del capuchón (en los de aluminio), aunque con un punzonado muy exagerado que hundía también el metal y no solo las letras.
Miguel
Huineman
Se
agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía.
Los
datos históricos provienen de un artículo autobiográfico sobre Agustín Cañada
en la revista “ArteGuía de la Escritura” (“El Taller de Reges”), de D.
Francisco Sacristán, y de la web.
Publicando en Navidad: ¡felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias por recopilar información y facilitárnosla a los aficionados. Un saludo
ResponderEliminarDe nada. Un placer. Me alegra que sirva.
Eliminar