“LA” marca española de estilográficas. Así de claro.
Hace tan solo unos pocos años, si le preguntábamos a un
coleccionista por alguna marca española - y no nos ponía “cara de haba” - respondía
“Regia” sin dudar. Aún hoy en día la gran mayoría argumentará que son las
mejores y las más bonitas.
Lo cierto es que las hubo en muchísimos modelos, de los más
pequeños a los más grandes.
Una fantástica colección que intentaremos mostrar aquí,
sin por ello acercarnos siquiera a un catálogo general que ni la propia marca
llegó a tener (aunque algunos parciales publicó). Basta con que cualquiera las
busque y coleccione, para que nuevos modelos le aparezcan.
Veamos algunas generalidades sobre las REGIA:
-Se dice que fue una marca cara. No es cierto. Era la
“marca insignia” de la empresa, y como tal sus mejores plumas se fabricaron con
ella, y ésas eran costosas. Pero también produjo series medias, y otras económicas
- que no baratas - dentro de su calidad (que para baratas ya se tenían otras
marcas).
-
Los plumines siempre fueron en oro de 14K (585 milésimas), fabricados por la
propia empresa o, en momentos de gran demanda (y durante los primeros momentos
del bolígrafo) por Damiá Onsés.
Siempre
estuvieron grabados “REGIA”, y los hubo de dos tipos (que no de tamaños): unos
grabados con corona, y otros sin ella.
Usualmente
los extremos exteriores de las letras “R” y “A” se prolongaban exageradamente.
- El sistema de carga prioritario fue el de botón, aunque
también hubo de palanca (frecuente), émbolo (escaso), e incluso una
sorprendente “vacumatic”.
- El
material preponderante fue el celuloide, mayoritariamente en negros y tonos
jaspeados o marmolados oscuros (como se esperaba de unas plumas “serias”), pero
hubo algunos brillantes y muy vistosos. Además, se empleó la ebonita y la
galalita durante la II Guerra Mundial, cuando obtener celuloide en el origen
era difícil.
En los últimos tiempos de la marca se empleó el plástico
acrílico.
-
Los cuerpos fueron (casi) siempre marcados, en lo que hubo variedad de formas.
Las
primeras llevaban una corona, y el apelativo “Súper” tras la marca.
Sin embargo, las 4000-pequeñas, el último modelo (# 842),
y las series 900* (de plumín de acero) llevaban el marcaje en el capuchón.
Alguna pluma suelta de capuchón metálico llevaba marcado el clip.
*Un
dato a resaltar es que las series 900 correspondían sobre catálogo a las plumas
Atlántida, y sin embargo aparecen algunas grabadas como “Regia” (¡o como
Oxford!), otras de éstas, al ponerles plumín de oro, se clasificaron como serie
700 (Antinia).
- Al
ser fabricadas manualmente, todas las “Regia” cambiaban detalles como el clip o
los aros que, a veces, cambiaban el número identificador, y a veces no.
Es
difícil clasificar estas plumas una vez han perdido su vitola (que solían
llevar de fábrica).
Los catálogos disponibles ponen unas pocas imágenes, y
luego largos listados con datos ambiguos como:
“817 Normal, en negro, un aro,
llene a botón de presión”,
y apáñese el coleccionista con las que tenga así disponibles.
O
bien datos claramente equívocos, como con la:
“853
Grande, en negro tres aros, llene a botón de presión”
Y
véase dicha pluma, frecuente e identificada por vitolas (que descartan un único
error) ¿Cambió la denominación?
- Los clips fueron numerosos, sin tener un modelo
característico de marca. Los “tipo Sheaffer’s” grapados tal vez sean los más frecuentes,
tanto los insertos a medio capuchón, como los “militares”.
-
Hablando de “tipos” y modelos, hemos de mencionar que REGIA fue de las marcas
españolas que menos modelos extranjeros copió. La gran mayoría fueron diseños
propios, ¡y fueron muchos!
Se llegaron a fabricar unos
70 modelos diferentes con números de serie 800 y
seis con el distintivo 4000, aparte de otros
varios.
- También REGIA fue la primera marca española en fabricar
íntegramente sus plumas partiendo de las materias primas, dado que sus primeras
estilográficas llevaban plumines que procedían de sus instalaciones.
-
Otro hito de REGIA fue producir a finales de 1946 el primer bolígrafo europeo
(no solo español), aunque lo fue por tan solo unos tres meses de diferencia con
DALVI, que registró el nombre
“Bolígrafo” y todos los demás tuvieron que usar otros términos, eligiendo Regia
el de “Continua”.
Pero ésta es otra historia,
que irá en su propia entrada, separada de las estilográficas.
Breve reseña histórica.
La marca “REGIA” fue registrada en 1942 por los hermanos
José y Pascual Vila Sivill, de los que ya hemos hablado en la entrada de FONT PELAYO, además de en las de sus otras
marcas: ANTINIA, ATLÁNTIDA, IMPERIA,
DERBI, DURILÓN
y OXFORD.
Nota: Puede
leerse la historia completa en el libro “Josep Vila Sivill (1904-1967).
Catalanista i pioner en estilogràfiques i bolígrafs”, por Albert Verdaguer
Vila-Sivill (nieto de José), y publicado por Rafael Dalmau, Editor.
Además,
podrá leerse también, desde una visión más enfocada a la parte industrial y de
coleccionista, en el futuro libro de nuestro compañero Rafel Pujol Marigot: “La ventafocs. Breu història de la ploma estilogràfica
espanyola”.
Por
ello, aquí nos limitaremos a dar solo una reseña de la marca REGIA y a
mencionar brevemente la enrevesada evolución de las empresas que la fabricaron.
La
sociedad “Manufacturas VICURVI, S.L.” se constituyó a principios de 1940 por
los hermanos Vila Sivill y Baldomero Curiá a partir de la sociedad “JvP”
ya existente.
La
fábrica tenía seis tornos, una cortadora, dos esmeriles, un taladro y una
sierra, además de una electropulidora y una fragua.
Para
la parte comercial, a principios de 1941 se creó la sociedad “Vila
Sivill-Curiá, S.A.”
A finales de 1941 se creó en
la fábrica la sección de plumines de oro, y al poco salió la pluma REGIA (al
uso de la época, antes de registrar la marca), uniéndose a las ya existentes
ANTINIA y ATLÁNTIDA (IMPERIA desapareció temporalmente para no hacer sombra a
REGIA).
En 1944 había 39 empleados y
se produjeron 23.000 plumas.
En 1948 el Sr. Curiá vendió
su parte a los hermanos, y en 1950 se reunificaron ambas empresas en una nueva:
“Vila Sivill Hermanos, S.A.” (Por entonces, la fábrica disponía ya de 11 tornos
y producía entre 30.000 y 35.000 estilográficas).
A finales de 1953 se
adquiere la capacidad de inyectar plásticos, y se firma un contrato para
producir bolígrafos BIC (que duró hasta 1957). En 1954 se producían 100.000
estilográficas, mas bolígrafos y numeroso material escolar y de oficina.
El
24 de Agosto de 1954 falleció Pascual a consecuencia de un accidente de tráfico
en Barcelona.
En
1958, la fábrica pasó a llamarse “Manufacturas José Vila Sivill”. Por entonces
ya no se fabricaban plumines de oro, y a principios de los años sesenta dejaron
de producirse las plumas REGIA.
El
26 de mayo de 1967 falleció José, tras muchos años de enfermedad. En 1969 la
fábrica se trasladó a la localidad de Rubí (Barcelona), y en 1970, con motivo
de un aumento de capital y entrada de socios, la empresa dejó de estar en manos
de la familia (que sin embargo mantuvo íntegramente la fábrica), hasta que en
1977 vendieron su participación.
La
fábrica cerró definitivamente en 1980.
Miguel
Huineman
Se
agradece a quienes han prestado sus colecciones para fotografía, y a D. Rafel
Pujol los aportes históricos sobre la marca.
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