La pionera de las industrias estilográficas en Albacete.
Poco se sabe de los inicios de la industria estilográfica
en Albacete, ni por qué se elige esta ciudad para fundar en ella una industria.
Sabemos que allá por 1944 un tal D. Ignacio Pujol
Sánchez, al parecer venido desde Madrid, y junto con un alto cargo del
Ministerio de Abastecimiento y Transportes en Albacete, inician las gestiones
para montar una fábrica de estilográficas.
Ninguno de ellos tenía experiencia previa en este sector,
y para crear una fábrica desde cero llamaron a D. Eduardo Sánchez Navarro (sin
conexión parental con D. Ignacio), por entonces maestro en la Maestranza Aérea
de Los Llanos en Albacete.
Las “Maestranzas” son los hangares y talleres de mantenimiento
y reparación de los aviones del Ejército del Aire, un lugar de alta
calificación técnica, y en ellos un “maestro” ocupa el cargo de Jefe de Grupo
por méritos de experiencia.
D. Eduardo Sánchez Navarro asume dejar la Maestranza (un
trabajo fijo aunque con sueldo “militar”) y acepta crear la nueva industria sin
ningún proyecto previo, pese a carecer él también de conocimientos en los temas
propios de estilográficas.
Se monta así en 1945 una empresa en la calle Barrio de la
Industria s/n, con casi cien empleados, tornos universales, taladradoras,
pulidoras, y máquinas especiales creadas bajo la dirección de D. Eduardo.
Es probable que empezaran fabricando para la marca LUMEBAL, de D. Luis Meléndez Baltar, un
marquista de Madrid sito en la calle Preciados 9, al que suministraron
habitualmente. Los modelos se corresponden con el registro 13.266 de Diciembre
de 1944 a nombre de D. Ignacio Pujol.
Pluma LUMEBAL modelo 5024
En 1946 aparece registrada la marca PUNTO VERDE, que figura grabada siempre en la contera.
Es de notar que se originó un proceso administrativo
cuando D. Manuel Portús (Super T)
intentó registrar la misma marca en Enero de 1947, y que obviamente le fue
denegado, pero como ocurría habitualmente por aquellos tiempos, las Super T BB
llevaban un tiempo fabricándose en Torelló con un punto verde en su contera.
Posiblemente por el litigio anterior, en 1947 se registra
la marca PUYSAN (PUjol Y
SANchez), igualmente grabada siempre en la contera, y usada generalmente
junto con el segundo nombre POLIMNIA
(Musa griega de los himnos, la retórica, la geometría y la mímica, y de la que
se desconoce la relación para su elección). Las plumas no cambian
sustancialmente ni de forma ni de construcción, y las marcas parecen
indistintas en su utilización.
Los plumines eran de oro de 14 Kt, con tres puntos de
escritura (F, M, B) y fabricados por D. Damiá Onsés de Barcelona. Los había
ocultos (“blindados”) y abiertos, éstos generalmente del nº 5 y marcados “Punto
Verde”.
Las plumas fabricadas eran de émbolo con un amplio visor
de tinta en el depósito. Los materiales empleados eran la ebonita para cuerpo,
contera y capuchón (éste a veces con metal), y un plástico transparente para el
visor de tinta.
Este material transparente se contraía rápidamente y
gripaba al pistón de corcho. Posiblemente se tratara de un celuloide inestable
sin envejecer, y la elección pudo deberse tanto a la inexperiencia en el
proceso del material, como también a ser por entonces el único nacional
disponible.
Dado que la pluma se ofertaba con “garantía perpetua”, la
contracción del plástico del visor debió causar no pocas reclamaciones y
pérdidas, aparte de mala fama, dando como resultado que en Diciembre de 1947 se
detuviese la actividad. El personal estuvo un tiempo yendo a la fábrica sin
hacer nada hasta que en Diciembre de 1948 un expediente administrativo cerró la
fábrica, despidiendo a todo el personal. El edificio se mantuvo cerrado hasta
que en la década de los 60’s se derribó.
ABC de Sevilla, 7 de Octubre de 1947
NOTA: La capacidad declarada en las Hojas de
Instrucciones para las plumas “de caballero” era de unos 2 c.c. (7.500
palabras), y de más de 1 c.c. para las “de señorita” (4.000 palabras)
Modelos
de Plumas
Posiblemente por la contracción del visor de tinta, que
las convertía en instrumentos de escritura inútiles, además de ser poco
agraciadas por su belleza, ha hecho que muy pocas plumas de esta marca se hayan
conservado.
- La primera pluma que se muestra tiene un cierre de
capuchón a rosca de tres entradas, difícil de fabricar, y un visor transparente
que exigía un pulido interior y exterior laborioso. No conocemos otra, y
debieron de abandonarse a favor de las siguientes.
(De hecho, en la Hoja de Instrucciones de las Puysan
“Polimnia” hablan solo de capuchones de cierre a presión).
Pero el resto muestra el diseño general de la fábrica:
Un cuerpo ahusado en ebonita rematado por una larga
contera, que actuaba el mecanismo de émbolo de corcho por medio de un husillo,
y marcada “PUNTO VERDE” y con el patente punto inserto en ella. Por delante el
cuerpo se prolonga en un largo visor de tinta y termina en la boquilla, en este
caso troncocónica corta rematada en un resalte de tope, para montar en ella un
plumín abierto con alimentador de ebonita hecho a mano.
El capuchón, también en ebonita, tiene un anillo dorado
de dos surcos y ancha zona central, y un clip triangular con remate redondo y sin
marcaje, que se inserta en una corona que sujeta un cabujón de ebonita.
- La siguiente pluma es similar, pero comporta
modificaciones tendentes a simplificar la fabricación.
El cierre del capuchón pasa a ser de click y el visor de
tinta está finamente rayado. Al no necesitar tanta longitud para la rosca, la
boquilla es algo más larga, lo que debió beneficiar en comodidad de sujeción.
La contera puntiaguda está grabada simplemente “puysan”
en letras minúsculas.
- Otra pluma similar a la anterior pero con fornituras
plateadas, está grabada “PUYSAN POLIMNIA” en la contera mientras que la vitola
pone “PUYSAN PUNTO VERDE”.
- El siguiente modelo es de plumín oculto. Aparte de la
boquilla carenada, el cabujón de tapón del capuchón es cónico y muy resaltado,
y el clip acaba recto (estos dos detalles parecen ser propios de las plumas con
plumines ocultos).
El tamaño es “Cadete” o “Señorita”. La contera está
grabada “PUYSAN POLIMNIA”.
Como curiosidad, se menciona que pese a tener los
plumines ocultos menos cantidad de oro, la moda del momento causada por las
Parker 51 hizo que las plumas llamadas por entonces “blindadas” fueran más
caras que las tradicionales. Una publicidad de 1948 de la Papelería Rubiños de
Madrid muestra lo anterior
(Los
“Números de Modelo” son referencias de la Papelería, y no modelos de Puysan)
- Un modelo curioso es el que tiene un capuchón con un
manguito metálico dorado hasta la mitad de su longitud, con unos largos cortes
longitudinales, cuya razón se explica en el Registro 14.715 del Boletín Oficial
de la Propiedad Industrial (BOPI) del 22 de Marzo de 1947:
“…(capuchones)
en los que se han practicado varios cortes longitudinales, que determinan, por
la misma propiedad del material, unas superficies elásticas de diámetro
interior más reducido, lo que les hace adecuado para el ajuste por fricción a
los cuerpos de las plumas.”
Es decir, el labio del capuchón sin cortes iba sobrado de
diámetro, y el manguito estaba deformado hacia el interior friccionando sobre
un grueso anillo ranurado entre cuerpo y boquilla. Además, la parte metálica
del capuchón obligó a proveer de un resalte de tope al visor translúcido de
tinta.
Con todo, la tinta debía
evaporarse con facilidad.
Sin
embargo, el diseño tuvo persistencia. Lo copió JABALINA
al ser la obvia “heredera” por parte del Sr. Sánchez Navarro, y lo empleó mucho
después REGIA
en uno de sus modelos acrílicos.
Además de las invenciones mencionadas antes y aplicadas
en producción, D. Ignacio Pujol registró otros varios “modelos de utilidad” (6
más) y patentes (3, una con depósito de goma), entre 1944 y 1947. Por ejemplos
mencionamos un “Combo” pluma-bolígrafo (empleando la palabra “bolígrafo” pese a
estar por entonces el término registrado como marca por D.Amadeo Árboles Vidal,
propietario de DALVI), y un sistema de carga por “chupete” que luego fue usado
tanto por su sucesora “JABALINA” como por “SOFFER” (Modelos 22 y 23), además de
otros cuántos fabricantes sin nombre. Hay noticias no confirmadas de que
también fue el inventor del primer jabón líquido, el “MISTOL” de 1950, hoy
propiedad de la multinacional Henkel.
Para ser una empresa creada de la nada y sin experiencia
previa en estilográficas, y con la corta existencia provocada por la
inapropiada elección del inestable plástico transparente, la marca PUYSAN nos
ha legado un buen número de modelos y curiosidades.
Miguel Huineman
Se agradece la colaboración de quienes han prestado sus
colecciones para fotografía.
A D. Rafel Pujol
debemos la árida búsqueda en los archivos de Patentes y el BOPI.
Y muy especialmente, agradecemos la entusiasta colaboración
de D. Eduardo Sánchez Muliterno,
hijo del “Maestro”, trabajador junto a su padre durante toda la existencia de la
empresa JABALINA, y fundador de STYB.
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