Una gran marca inmerecidamente minusvalorada.
Eduardo Kirch Tillmans (Alemania, 1904) vino a España en
1925, se casó con Amelia Ugarte, y fue vecino de Altzo, junto a San Sebastián.
Con su socio Augusto Fich Sauter, español de Éibar, empezaron
en 1938 con un taller en Altzo fabricando plumas, artículos de escritorio, y
productos del alambre y sus derivados. En 1943 constituyeron la sociedad
limitada INDUSTRIAS DEL ALAMBRE.
Para montar la fábrica contaron con la colaboración de un
antiguo técnico de la casa Montblanc que estuvo trabajando con ellos dos o tres
años.
En 1959 la sociedad pasó a denominarse “CASA CONDOR, SL”,
y a finales de 1962 “INDUSTRIAS CONDOR, SL”, todas en San Sebastián.
En 1975 y con 70 años se jubiló Eduardo Kirch. Con él
desaparece el último de los dos socios fundadores de la empresa quedando ésta
en manos del matrimonio formado por Álvaro Cachán Cortázar y su esposa Agnes
Hartmann Rull hasta su disolución en 2003.
Eduardo Kirch Tillmanns
murió en 1999 a
los 94 años de edad.
Durante los más de setenta años de actividad, la empresa
fabricó plumas estilográficas, bolígrafos y lápices mecánicos además de
complementos (estuches, expositores, etc.) y una variada gama de productos
(llaveros, ceniceros, elementos publicitarios, etc.). Como es de suponer, la
variedad de modelos es inmensa.
Para los productos de escritorio (plumas estilográficas,
bolígrafos y lapiceros) la empresa utilizó las marcas “CONDOR” (1944) y “DRAGÓN”
(1945, muy poco usada). Las estilográficas fueron generalmente de calidad media
o alta, con buenos materiales y bonitos diseños.
Se esforzaron siempre en mejorar los procesos de
fabricación, y en 1946 experimentaron con aplicar a la producción el entonces
nuevo procedimiento de inyección plástica, y ya en 1949 iniciaban el tema de
los bolígrafos.
Veamos una amplia colección de modelos:
Las que creemos más antiguas, en celuloide negro y carga
por botón.
Y una ojival (“Torpedo”)
Por su estilo, éstas dos recubiertas en chapa dorada
deben ser contemporáneas con las anteriores. Carga por émbolo.
La siguiente, de carga por émbolo y capuchón plateado,
tiene un raro cuerpo que forma un larguísimo visor rayado, donde el grabado de
la marca va en un recuadro que se proyecta aislado hacia adelante.
Pero si por algo destacan las CONDOR, es por sus modelos
en celuloides jaspeados y marmoleadas (las fotos no hacen justicia de
los brillos e irisaciones de los ejemplares). Todas de carga por botón.
Un mismo modelo en dos tipos de celuloides:
Una “torpedo” espectacular, “oversize”. Grabada “Condor
Lujo”. El clip es igual que el de la Atlantic,
probablemente de origen alemán.
La pluma que figura en el encabezado:
Un modelo típico de Cóndor, disponible en muy variados
colores. Arriba en tamaño normal (13 cm. cerrada) y abajo en tamaño “cadete”
(11,8 cm. cerrada). Diferentes clips.
Similar, con diferentes contera y anillo del capuchón.
Aunque también hubo
celuloides “al estilo de -”, simplemente
por disponibilidad del material.
Un celuloide “muy alemán”, y otra vez el clip “tipo
Atlantic” (lo llamamos así por haberla publicado aquí antes, pues Cóndor era
fabricante, y Herr Mittrach un marquista que pudo comprárselos).
Una copia de la Parker Vacumatc. Hoy podríamos decir que
es un clásico (aburrimiento), pero en su día debió levantar pasiones, porque
todos la copiaron.
Tras incorporar los expeditivos métodos de inyección de
plásticos a la fabricación, las plumas se abarataron y pudieron competir (mal)
con el bolígrafo, pero se perdió la belleza de las anteriores. Cóndor acusó
este efecto, produciendo plumas mucho más “genéricas”.
Esta debió ser de las primeras, y bastante mediocre.
Desconocemos el significado de la estrella en el capuchón bajo el clip.
Que tiene su origen en esta otra de plumín descubierto y
capuchón dorado, sin la estrella grabada.
En cambio, éstas son unas excelentes plumas de émbolo.
Pero lo obvio era seguir la moda del mercado, que solicitaba
plumines “blindados” (ocultos), y así aparecieron las ubicuas “tipo 21” (copias de Parker).
Simplificando el anillo, y rayando fino longitudinal al
capuchón:
Otro modelo, añadiendo una contera metálica y un fuerte
rayado transversal al capuchón. El clip era el estándar.
Un mix de las anteriores, con capuchón dorado y plumín
“de uña”.
Para terminar con CONDOR, dos apuntes de detalles:
1.- Los plumines iniciales – hasta llegar las plásticas
inyectadas – eran mayoritariamente propietarios en oro de 14K, suministrados
por el “proveedor oficial” de plumines español, Damián Onsés.
Aunque hubo también “Warranted”. Hoy la mayoría de las
plumas presentadas llevan plumines de sustitución, lamentablemente.
2.- El marcaje “Condor” (siempre sin tilde) tuvo muchas
variantes:
(La primera forma recuerda bastante a la de la alemana
“Osmia”)
En la introducción histórica hemos dicho que “Industrias
del Alambre, S.L.” registró también la marca DRAGON en 1945.
Tan solo conocemos dos modelos con esta marca:
Ésta, que es casi la misma Condor anterior, con un solo anillo en el capuchón, pero con marca Dragón
Y esta otra, preciosa, en celuloide jaspeado.
Es de suponer que, aunque la producción se concentrara en
“Cóndor”, hicieran algunos modelos más. Pero, a día de hoy, carecemos de otros ejemplares
en el grupo que formamos Plumahispana.
Miguel Huineman
Se agradece a quienes han prestado sus colecciones para
fotografía, así como a D. Rafel Pujol por los datos históricos de la marca.
Inconmensurable Miguel.
ResponderEliminarTremenda labor detectivesca.
ResponderEliminarMiguel ... habéis pensado recopilar el inmenso caudal de conocimientos (y de iconografía) del blog en un libro ?
ResponderEliminarUn saludo.